La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) debe cambiar en menos de cinco años, 30.000 postes de la red aérea de electricidad, en la Gran Área Metropolitana (GAM).
El cambio obedece a que la red tiene más de 50 años de operar; sin embargo, la vida útil de un sistema de postes de cableado es de 25 años.
Fructuoso Garrido, director de Distribución del Servicio Eléctrico de la CNFL, explicó que es urgente modernizar la red y mejorar el sistema de distribución.
El desarrollo de las telecomunicaciones y los cambios en el mapa urbano de los cantones obligó a acelerar el proyecto.
La Compañía distribuye electricidad en 21 cantones de la GAM y en todos debe aplicar cambios.
Según Garrido, el aumento de zonas industriales y urbanas modificó el mapa de distribución de las líneas, tanto de electricidad como de telecomunicaciones que se colocan en los postes.
“Existen zonas como La Uruca donde no se puede ver para arriba por la cantidad de cables que están en los postes”, dijo.
Actualmente, los postes miden 11 metros de altura, pero se deben cambiar a 15 metros. Según el funcionario, al ampliar la altura se pueden distribuir los cables.
El cambio de los cerca de 30.000 postes es apenas la tercera parte de toda la red de la compañía.
Además, se va a modificar la distancia entre los postes, alturas y herrajes.
Según Garrido, la obra tiene un costo de $90 millones que saldrán del presupuesto institucional.
Los primeros cantones que se intervendrán son Alajuelita, Coronado y Tibás. En el primero ya empezaron trabajos y se espera continuar con Coronado antes de que termine el 2013.
“Se han hecho ciertas obras de reacomodo y cambio de alturas. Esos serán los primeros cantones, pero poco a poco se debe abarcar la totalidad de los cantones ”, indicó.
Garrido dijo que el plan de postes genera ahorros, al evitar la caída de estos por cables bajos.
Ven mejoría. Randall Coto, vecino de Alajuelita y comerciante, explicó que el cambio de postes en ese cantón trajo beneficios.
Coto explicó que con el reacomodo de postes, se elevó la altura de los cables, evitando que camiones se trajeran abajo las estructuras.
“Aquí, los camiones casi se llevaban un poste cada semana. Hasta que el año pasado se cambió y pusieron más altos y por completo se evitó esos problemas de falta de luz y accidentes” expresó Coto.