Los recibos mensuales por servicio de agua del AyA podrían incluir dentro de poco un cobro extra de ¢425.
Con ese dinero, que pagarían sus 500.000 abonados, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) pretende financiar el líquido que abastece a 67.000 hogares de muy escasos recursos.
De acuerdo con la entidad, la solidaridad es, a largo plazo, la mejor solución, pues se trata de familias de muy bajo ingreso.
Además, para el AyA sería muy costoso poder cobrarles, pues no solo incluiría arreglos de pago, sino hasta el remate de sus pocas posesiones.
El proyecto se fundamenta en el artículo 4 de la Ley Constitutiva del AyA, de 1961, según el cual en la fijación de tarifas se aplicarán “criterios de justicia social distributiva, que tomen en cuenta los estratos sociales y la zona a que pertenecen los usuarios, de manera que los que tienen mayor capacidad de pago subvencionen a los de menor capacidad”.
Yamileth Astorga, presidenta del Instituto, afirmó que nunca hubo en el país tanta necesidad como ahora, de invocar ese artículo, el cual beneficiaría a 6.000 hogares en situación de pobreza extrema y a 61.425 en pobreza.
El plan se puede concretar en este momento porque existen los instrumentos para identificar con precisión a quiénes se otorgaría la subvención y evitar que la ayuda llegue a personas que no lo necesitan.
La funcionaria expresó que junto al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), se logró identificar a toda la población de clientes del AyA en el país y saber cuánta de esta vive en pobreza.
Luego, utilizando mediciones de consumo promedio, el AyA descubrió que una familia de cuatro integrantes utiliza 15 metros cúbicos al mes y esa es la cantidad que se subvencionaría.
La propuesta tomaría la forma de una política sectorial por la cual se daría gratis esa cantidad de líquido a viviendas en pobreza extrema y se rebajaría un 50% del costo a 61.425 familias pobres. Si este segundo grupo de familias sobrepasa los 15 metros cúbicos, se les cobraría la diferencia. Además, AyA promete extremar controles para evitar el despilfarro en los hogares beneficiados.
Sin fecha. La idea, afirma Astorga, tiene el apoyo del Consejo Económico Social del Gobierno, con la exigencia de que cada año se actualice la base de datos de familias con subsidio con respaldo del IMAS.
También, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) apoya el cobro, aunque espera que se establezca como política del Poder Ejecutivo.
Carlos Herrera, intendente de Agua de la Aresep, ve posible la subvención en el marco de un cambio en el modelo tarifario que hoy cobra el agua por bloques de consumo. Esta modalidad, dice, debe eliminarse.
“Hoy un consumidor de alto ingreso económico y bajo consumo de agua se beneficia del subsidio que ya se aplica al primer bloque tarifario de menos de 15 metros cúbicos”, explicó.
Aresep planea suprimir este sistema por bloques y cobrar por metro cúbico consumido. Así, el costo del servicio será proporcional al consumo y, además, globalmente todos los usuarios podrían ver una rebaja pese al subsidio.
Para Herrera, el cambio debe aplicarse de forma gradual.