La CCSS debió endeudarse por un monto de ¢35.000 millones como única alternativa para obtener dinero en efectivo que le permita seguir prestando los servicios médicos a los asegurados.
El dinero será utilizado para “el cumplimiento de los compromisos financieros inmediatos del Seguro de Salud y mantener la continuidad de los servicios a la población”, según se indica en un criterio jurídico que la propia entidad elaboró de previo a que se concretara el préstamo.
Este se trata de una “línea de crédito para capital de trabajo” firmada el miércoles con el Banco Nacional, de acuerdo con oficios de la Gerencia Financiera y de la Dirección Jurídica de la Caja, en poder de
El préstamo se debe a que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no logró colocar los títulos valores por ¢52.000 millones que el Gobierno le dio, el pasado 27 de diciembre, como abono a la deuda por ¢123.200 millones que tiene el Estado con la institución.
Entre las condiciones del crédito está que la Caja debe dar en garantía los títulos –operación financiera conocida como pignoración– y tendrá 60 días para saldar los ¢35.000 millones.
Ayer, este diario corroboró que el precio de los títulos que tiene la Caja han tenido un comportamiento a la baja en el mercado de valores desde el mes de octubre –antes de ser cedidos a la entidad–, lo cual los hace poco atractivos para los inversionistas.
Pero la no obtención del dinero de los bonos hace inferir que la Caja cerró el 2011 en números rojos.
Eso se deduce porque a mediados de diciembre el gerente financiero, Iván Guardia, afirmó a este diario que solo si se hacían efectivos los títulos, la institución no cerraría el año con déficit.
Ayer no fue posible localizar a Guardia pese a que desde las 3 de la tarde se tramitó una entrevista por medio de la Dirección de Comunicación de la Caja. También se le llamó a su teléfono celular hasta las 10 p. m., aunque sin resultado.
Tampoco se pudo conocer el criterio del tesorero nacional, José Adrián Vargas, pues en el Ministerio de Hacienda se informó de que las consultas las atendería hoy.
Quien sí dio su parecer fue el ministro de Comunicación, Roberto Gallardo, que se mostró inquieto por la gestión de la Caja.
Gallardo dijo que la imposibilidad de vender los bonos se debe a la situación fiscal del país.
El SEM da recursos para el funcionamiento de centros médicos y al pago de salarios, incapacidades y deudas con proveedores.
Al no tener contacto con el gerente financiero, se desconoce la fecha en que el Banco Nacional hará el depósito del efectivo.
También se ignora cuánto dinero o porcentaje de intereses deberá pagar la entidad por el préstamo.
La medida que aplica la entidad se debe a la crisis financiera que confirmó la Organización Panamericana de la Salud, ente que advirtió que los ingresos de la Caja no alcanzan para cubrir los gastos.
Esa realidad queda en evidencia en el criterio que Carlos Montoya, director financiero contable de la Caja, brinda en uno de los oficios.
Allí expresa que el crédito “se gestionó como previsión ante la eventualidad de que no se materializara oportunamente la venta de títulos valores en poder del Seguro de Salud, tal y como ocurrió” .