La Junta Directiva de la CCSS decidirá, en un plazo no mayor a un mes, si pone a marcar tarjeta a todos los funcionarios de la entidad –45.000 en todo el país– para fiscalizar el cumplimiento de los horarios establecidos para oficinas, clínicas y hospitales.
Actualmente, en la institución solo deben cumplir con el control de asistencia los empleados que no tienen título profesional. De ese grupo, solo están excluidos del requisito los que tienen más de 20 años de antiguedad y han tenido “buen comportamiento”.
Si la medida es aprobada, deberán marcar tarjeta desde el personal de mantenimiento hasta los directores de los hospitales.
“Si se toma una decisión (afirmativa) será para todos los funcionarios, no para una parte”, dijo ayer Ileana Balmaceda, presidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Por ahora, el control del cumplimiento de labores y horarios recae solamente en la vigilancia que hacen las jefaturas.
La jerarca reconoció que “aunque no se debe generalizar”, hay funcionarios que dejan sus puestos de trabajo antes de la hora para la que fueron contratados.
“Eso es una inmoralidad; eso es abandono de trabajo”, criticó.
Antes de tomar la decisión, la Junta Directiva recibirá un informe por parte de Recursos Humanos. La entrega de este la deberá hacer el gerente administrativo, Luis Fernando Campos.
El Código de Trabajo costarricense da potestades a los patronos para imponer controles de asistencia a sus colaboradores.
Marco Durante, especialista en Derecho Laboral, indicó que el no marcar por un horario no aplica como un “derecho adquirido”, por lo que en cualquier momento el empleador puede imponer o eliminar la medida de control.
A criterio del laboralista, los mecanismos de marca también garantizan el buen pago de horas extra.
Señaló, además, que el funcionario que incumple horarios se expondría “a sanciones acordes con la gravedad o la reiteración de la falta”. Esas serían desde las amonestaciones hasta el despido sin responsabilidad patronal.
Casos de casos. Balmaceda justificó la medida de la Directiva alegando que “al que es buen funcionario no le importará si marca o no”.
Dijo que entre los casos de ausentismo ha visto “de todo”.
La jerarca recordó un caso particular de un médico que ya se pensionó : “Era un colega que llegaba a la clínica las 9 de la mañana y salía antes de las 4 de la tarde. Siempre se le llamaba la atención, pero justificaba su actitud diciendo que no podía entrar antes (de las 9) porque todos los días corría a las 7 de la mañana, y para la salida decía que tenía que ir a dar la consulta privada”.
Ese médico terminó renunciando a la entidad, explicó .
El tema de marcar tarjeta será analizado mañana en la asamblea extraordinaria que realizará la Unión Médica Nacional, donde también estará sobre la mesa la aprobación ayer, en primer debate, del proyecto de “interpretación auténtica” de la Ley de incentivos médicos.
De aprobase en segundo debate, la Caja seguiría haciendo el c álculo del incentivo de carrera hospitalaria sin tomar en cuenta las disponibilidades y guardias médicas.
Amaral Sequeira, presidente del Sindicato de Profesionales en Ciencias Médica de la Caja (Siprocimeca), manifestó que “marcar” no es la solución para que los médicos cumplan horarios.
Advirtió que “a la Caja se le está pasando la mano (y)... la gente está pensando en defenderse y atacar”, dijo en alusión a posibles medidas de presión en próximos días.