Los carros de las compañías telefónicas invaden las zonas prohibidas de la capital para vender desde tarjetas de recarga hasta celulares.
Situarse al lado de una raya amarilla, frente a un hidrante o estar en zonas de parquímetro pero sin pagar, son los “pecados“ más comunes de los conductores de esos vehículos, según datos de la Policía Municipal de San José y la de Tránsito.
Los puntos de operación de esos agentes de Claro, Movistar o Kölbi varían, pero regularmente están a un costado de Correos de Costa Rica, frente al Banco Central, en los alrededores del antiguo edificio del Instituto Nacional de Seguros (INS), cerca de la puerta de médicos del Hospital San Juan de Dios y diagonal a ese centro de salud, exactamente sobre la avenida central y calle 14.
Datos de la Policía Municipal de San José, demuestran que las multas no ahuyentan a los vendedores. Entre setiembre del 2015 y el 31 de julio de este año, los oficiales realizaron 312 boletas, casi 30 multas por mes, o el equivalente a una por día.
“Hemos encontrado que las empresas telefónicas han fortalecido sus fuerzas de venta y en muchas ocasiones se vienen convirtiendo en vendedores callejeros", afirmó Marcelo Solano, jefe de la Policía Municipal.
A las infracciones realizadas por el Ayuntamiento capitalino hay que sumarle las de la Policía de Tránsito, aunque no llevan la estadísticas de esos casos.
“Un compromiso que ha asumido la Policía de Tránsito es tratar de ordenar la transitabilidad de la capital, por lo tanto, mantenemos un operativo constante”, expresó Mario Calderón, director de Tránsito.
En el caso de la Policía Municipal las multas son de ¢7.200 y se realizan al vehículo, mientras que las infracciones de Tránsito oscilan entre los ¢44.000 y ¢54.000 y se le aplican al conductor.
De acuerdo con los datos suministrados por el municipio, a cuatro vehículos de Claro les han hecho en conjunto 241 multas, mientras que 10 carros de Movistar acumulan 89 partes. Kölbi no registra multas.
Karla Espinoza, gerente de Comunicación de Movistar Costa Rica, reconoció que han sido notificados de la presencia de ciertas unidades que obstruyen el paso vehicular y peatonal en San José, por lo que buscan una solución.
En el caso de Kölbi, Yorleny Ruiz, jefa de División Comercial del Negocio de Telecomunicaciones ICE, manifestó que no han recibido ninguna notificación, pero que no tendrían inconvenientes en cambiar la estrategia.
Por su parte, Claro informó por medio de su vocera, Carolina Sánchez, de que la venta de tarjetas SIM se maneja a través de distribuidores externos e hizo un llamado a la población para que, en caso de detectar algún incumplimiento con las unidades móviles, lo reporten.
Aunque considera estas ventas como “callejeras”, Solano afirma que no pueden intervenir lo carros para decomisar productos por ser propiedad privada.
“La normativa considera que la mercadería está dentro de un recinto privado y no procede un allanamiento al ser una obstrucción a la vía pública”, dijo.
Calderón, por su parte, insistió en que la señalización debe respetarse, ya que sin importar el tipo de vehículo se tomarán las medidas necesarias para mejorar la transitabilidad en el casco central josefino.
A pesar de los operativos, los vendedores insisten con sus ventas, pues alegan que es su sustento diario.
Este es el caso de una mujer que conversó con La Nación , pero prefirió no revelar su identidad.
“Todos los días nos hacen partes y aunque no es rentable, es nuestro trabajo, con lo que nos ganamos la vida. Nos dijeron que le están buscando solución”, afirmó la vendedora, quien todos los días sale identificada con una camiseta que tiene el logo de Claro.
A pocas cuadras de ella, diagonal al Hospital San Juan de Dios, está Ricardo Pérez, de camisa roja y atento a la aparición de algún oficial. Él comentó que tiene otro empleo, ya que no podría depender de la venta de celulares y tarjetas telefónicas en la capital.