El caos en los trámites, como permisos e inspecciones, obligaron al Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) a intervenir dos de sus dependencias: Setena y la Dirección de Combustibles.
La medida regirá a partir del 1.° de marzo y se mantendrá tres meses sin opción de prórroga, declaró ayer René Castro, ministro de Ambiente.
El propósito, dijo Castro, es poner un alto a la “engorrosa tramitología interna”; que los procesos para obtener un permiso o realizar una inspección se vuelvan rápidos, claros, ordenados, y que sean los mismos para todos.
Mientras el equipo interventor revisa errores y evalúa cómo proceder “sin descuidar el ambiente”, las gestiones a cargo de esas dependencias serán suspendidas. Solo se tramitarán, por ejemplo, peticiones de interés nacional o las de extrema urgencia.
La Dirección de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) la tomará la viceministra de Ambiente, María Guzmán. El jerarca, Uriel Juárez, le servirá de guía.
Por otra parte, la asesora del ministro, Ana Lucía Alfaro, será quien tome las riendas de la Dirección General de Transporte y Comercialización de Combustibles (DGTCC). En este caso, el director vigente, Humberto Cerdas, será trasladado a otro puesto.
Los interventores aseguraron que la acción no traerá despidos, pero habrá algunos cambios en cargos de funcionarios, “si es que tienen que darse”.
Agilidad. Hoy, más de 30.000 gestiones pendientes de revisión saturan las oficinas de Setena, y cada año se suman a la lista unos 3.000.
“La realidad es que la capacidad (de Setena) para vigilar lo que sucede en el campo, y no lo que está en los papeles, es muy limitada o nula. Hay que mejorar”, dijo el ministro.
Según la viceministra Guzmán, ya hay plazas provistas para reforzar ese control y trabajo de campo.
La medida busca que las gestiones de estudio de impacto ambiental a cargo de Setena sean resueltas en seis o nueve meses, en lugar de dos o cuatro años, como sucede.
Para Castro, el récord crítico de ineficacia se lo llevan las revisiones de planes reguladores municipales, que duran hasta ocho años.
La DGTCC registra el atraso de unos 400 permisos para transporte de combustibles. Otorgar permisos como ese le toma cinco años.
Antonio Galva, presidente de la Cámara de Empresarios del Combustible, opinó que a todas las partes les afecta la lentitud en trámites, y espera cambios sustanciales en su ámbito, no trabas.
Se intentó conocer la versión de los jerarcas de las dos oficinas, pero no fue posible localizarlos.