20/05/2012 4:00pm Operativo Policial y de El SENASA contra las peleas de gallo, Calle Fallas, Desamparados. En la foto: foto por Camille Zurcher
Dos gallos agonizantes, otros con la espuela incrustada y una multitud que observaba.
Esta fue la escena que encontraron miembros de la Fuerza Pública y de Senasa a su ingreso ayer en un local en Calle Fallas de Desamparados, San José, de donde provinieron algunos disparos sin consecuencia alguna.
La acción dejó una persona detenida, además de cuatro armas de fuego y al menos 150 gallos decomisados. También se localizó a un hombre con una orden de captura por el delito de homicidio y se investigaron otros 40.
Allan Sánchez, director de la Región Central Metropolitana del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) se atrevió a calificar esta, como la gallera más grande del país. Aquí, además de local para peleas, funcionaba un criadero.
“Nosotros teníamos tiempo de coordinar este operativo por la magnitud de la gallera. Estamos contando de 150 a 200 gallos, y podríamos estar hablando de que caben unas 300 personas”, dijo.
El operativo se realizó en un momento de gran polémica ante la intención de la Asociación Nacional de Criadores de Gallos de impulsar un proyecto para legalizar las peleas de estos animales.
Esta actividad está prohibida tanto por la Ley de Juegos como por la Ley de Bienestar Animal.
Los defensores argumentan que es parte de la cultura costarricense, al tiempo que señalan que estas aves están genéticamente hechas para combatir.
“De hecho, tenemos dos gallos en deplorable estado, prácticamente agonizando”, relató.
Otros animales tenían espuelas pegadas con goma loca o candela, agregó el funcionario de Senasa.
Las autoridades también detectaron consumo de licor e incluso de marihuana en el lugar.
Entre los aproximadamente 200 asistentes, las autoridades hallaron a 26 menores de edad, situación de la que se puso en conocimiento a los representantes del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), que colaboraron en el operativo.
Asimismo, hubo participación de la Policía de Migración.
Toda la actividad se desarrollaba en una gran galerón de madera y latas de cinc, ubicado a la orilla de la calle principal.
La propiedad es administrada por una mujer cuyo nombre no fue dado a conocer. Tampoco trascendió la identidad del organizador de las peleas, quien quedó a las órdenes de la Fuerza Pública.
“Yo sé que esto es ilegal, pero yo no los dejaba tomar licor”, declaró la administradora a los policías.
Según Senasa, ayer mismo ella quedaría notificada de la orden de demolición del inmueble. Ella tiene cinco días para objetarla.
Entre tanto, a los gallos deberán darles muerte por razones epidemiológicas.
“Los gallos van a ser sacrificados mediante un protocolo de anestesia, primero con sedante o tranquilizante y luego anestesia general”, explicó Allan Sánchez.
El de este domingo fue el operativo número 13 que Senasa realiza contra criaderos y salas de peleas de gallos.
En los anteriores 12, se decomisaron cerca de 300 de estas aves.