Los 89 comerciantes que actualmente laboran en el Mercado de las Artesanías, en calle 13 bis (a un costado de la plaza de la Democracia, en San José), condicionan su salida de este lugar a una serie de modificaciones en las instalaciones construidas por la municipalidad josefina para reubicarlos.
Así se lo hizo ver el gremio a Johnny Araya, alcalde de San José, quien realizó una visita al sitio la tarde de este viernes.
Allí, en medio de chonetes, paños con tucanes, artesanías y ocarinas de barro, el alcalde se manifestó anuente a cooperar con los vendedores —e incluso a aceptar algunas de sus peticiones— con tal de apurar su traslado al Centro Municipal de Comercio Artesanal, ubicado en avenida 6, entre calles 5 y 7 (a un costado de la plaza de las Garantías Sociales), aunque la fecha de reubicación todavía es incierta.
"Las conversaciones que hemos tenido son informales, pero a principios de la otra semana vamos a tener una conversación formal. He escuchado que ellos quisieran hacer modificaciones a la forma de los módulos y nosotros no tenemos inconveniente en que se modifiquen", manifestó Araya.
El jerarca municipal llegó a las 2:30 p. m. y recorrió en dos ocasiones el pasillo colmado de artesanías de todo tipo, caracterizadas por representar el folclor tico y ser visualmente atractivas por la gama de colores que poseen.
Trajes típicos, chorreadores de café, pulseras y camisas con la leyenda 'Pura Vida', pinturas y hasta atrapasueños son parte de los artículos que colman este mercado, donde el jerarca municipal saludó a todos los comerciantes y se detuvo en tres ocasiones para conversar con cinco turistas, de México, Argentina y Estados Unidos.
Precisamente, atraer turismo es parte de sus objetivos en el Centro Municipal de Comercio Artesanal, para lo cual dice que ya ha generado algunos contactos para que San José sea más que un lugar de paso para los extranjeros.
"La Cámara de Touroperadores de Costa Rica quiere colaborar y vender más la ciudad de San José en sus paquetes turísticos. Ellos quieren que la Municipalidad les garantice en época seca un evento folclórico una vez a la semana en alguna plaza y evidentemente creemos que la plaza natural para eso es la de las Garantías Sociales, para que los turistas lleguen y puedan cruzar la calle e ir al Mercado de las Artesanías, que perfectamente puede funcionar con horarios nocturnos para ese tipo de espectáculos", explicó Araya.
Sus conversaciones con los foráneos tardaron más que el saludo con algunos artesanos; sin embargo, su parada más prolongada se dio cuando topó con un seguidor político suyo, quien lo invitó a lanzarse de nuevo como candidato a la Presidencia de la República, a lo que Araya contestó que en esta ocasión se quedaría los cuatro años en la Municipalidad.
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¿Fin del conflicto?
Araya recalcó que el principal fin de su recorrido por el Mercado es poner fin a las discrepancias que se han dado en algunos momentos y brindarle apoyo a los artesanos de las formas que ellos consideren adecuado.
"Quiero que ellos (los artesanos) tengan confianza en la Municipalidad de San José y sepan que no se les quiere hacer ningún daño, sino más bien ayudarlos. Aquí nunca se va a producir un desalojo forzado, lo he dicho mil veces, por eso quiero que la transición sea pactada y basada en acuerdos que a ellos les permitan superar las desavenencias que tienen con el mercado que se ha construido para ellos", detalló el alcalde josefino.
Por su parte, Juan Rodríguez, presidente del Mercado de las Artesanías, expresó que la visita de Araya les genera confianza ante el temor y la incertidumbre que los embargaba.
"Este es un mercado que se debe al turismo y no sería bien visto de parte de nosotros llegar a una confrontación con la Municipalidad. Creemos que con el diálogo se perderá el miedo y desarrollaremos un comercio activo en San José que ponga fin al conflicto", afirmó Rodríguez.
El recorrido de Araya finalizó con un café, en el que departió con otros funcionarios municipales y representantes de los artesanos, no sin antes ser aplaudido cuando brindaba declaraciones a la prensa explicando su proyecto para trabajar en conjunto con los artesanos.
El Centro Municipal de Comercio Artesanal, conocido anteriormente como El Frontón, se habilitó como mercado en julio del 2014; sin embargo, desde entonces los vendedores la rechazan, pues consideran que los locales son muy pequeños y está ubicado en "plena zona roja" donde los turistas no llegan.
En aquel momento, la obra le costó al municipio ¢1.800 millones