Los hogares cuyo servicio eléctrico depende del ICE deberán ajustar su presupuesto para pagar un 4,5% más los próximos siete meses.
El incremento otorgado por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) representará unos ¢600 adicionales para una familia con un consumo promedio de 200 kilovatios hora (kWh).
Para ese caso, la factura mensual subirá de ¢14.400 a ¢15.000.
Además, las tarifas de generación tendrán un alza de 7,6% (este afectará a las tarifas de otras distribuidoras y cooperativas) y el alumbrado público, de un 3,8%.
El ajuste aprobado es inferior al que pretendía el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), de un 26% para generación eléctrica, 14,43% en distribución y 12,4% en el alumbrado público.
Con este incremento se procura reconocer al ICE gastos adicionales por compras de combustibles y lubricantes para generación en el primer semestre de este año.
Las nuevas tarifas entrarán a regir a partir de su publicación en La Gaceta y estarán vigentes hasta el 30 de junio del próximo año.
Porcentaje menor. Álvaro Barrantes, director de Energía de la Aresep, explicó que, si bien la tarifa aprobada al ICE es inferior, estará vigente durante más tiempo.
El Instituto pretendía un porcentaje mayor, pero con solo tres meses de vigencia. El ente regulador consideró que eso representaba un golpe muy fuerte al usuario.
Adicionalmente, la Aresep hizo ajustes en las cifras sobre demanda, y sobre importaciones y exportaciones de energía. Esto resultó en una rebaja de ¢4.013 millones respecto a lo solicitado por el ICE. Así, en lugar de ¢23.238 millones, se le aprobaron ¢19.225 millones.
Por medio de la oficina de prensa, el gerente de Electricidad del ICE, Gravin Mayorga, manifestó que la insuficiencia de ingresos tarifarios oportunos para cubrir los gastos de operación, como en el caso de los combustibles, obliga a esa entidad a limitar los fondos destinados a otros rubros de gasto.
Agregó que, al igual que en años anteriores, durante este 2012, dado que el Sistema de Generación percibió ingresos por tarifas inferiores al gasto real por compras de combustibles, han tenido que recurrir a líneas de crédito de corto plazo “para garantizar la sostenibilidad financiera”. Esto incrementa el costo final de la electricidad, indicó.