No se ven ni se sienten, pero están suspendidas en el aire de la Gran Área Metropolitana (GAM), en niveles potencialmente peligrosos para la salud pública.
Se trata de las partículas PM2,5 (aquellas cuyo tamaño es menor a los 2,5 micrómetros) y son emitidas durante la combustión del diésel y del búnker.
Cuatro de cinco puntos de la GAM, medidos a lo largo del 2011, superan los niveles de partículas PM2,5 permitidos a nivel internacional, que van de los 10 a los 15 microgramos por metro cuadrado.
Así lo reveló el cuarto informe sobre calidad del aire en la GAM, dado a conocer ayer por el director del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Universidad Nacional (UNA), Jorge Herrera.
Este estudio se realizó en conjunto con los ministerios de Salud, Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet), Obras Públicas y Transportes (MOPT) y la Municipalidad de San José.
Los puntos de mayor incumplimiento fueron La Asunción de Belén (con 31 microgramos por metro cuadrado) y el cantón Central de Heredia (con 30), seguido por San José (cerca de la Municipalidad) y La Uruca. Moravia fue el único punto con niveles aceptables.
La inhalación de las partículas PM2,5 está vinculada con enfermedades como la bronquitis crónica, el cáncer y los infartos.
Además, el estudio detectó mejoras en la concentración de las partículas PM10 (aquellas cuyo tamaño es menor a los 10 micrómetros), generadas por el polvo que regresa al aire, así como minería y tráfico.
El único de los 14 puntos medidos en el que se incumplió con las normas fue La Asunción de Belén.
Sin embargo, Herrera señaló que el PM2,5 es de mayor cuidado por ser más pequeño y porque, a diferencia del PM10, puede llegar hasta los pulmones.
¿Qué hacer? Para mejorar las concentraciones de partículas, el experto aseguró que es necesario implementar estrategias más agresivas para reducir la congestión y mejorar el transporte masivo.
El jerarca del Minaet, René Casto, opinó que las mejoras en las mediciones del PM10 son producto de una política pública que ahora debe enfocarse en disminuir la presencia de PM2,5.
“Es una señal de la necesidad de cambiar el búnker por una alternativa más limpia y el candidato más promisorio parece ser el LNG ( gas natural licuado)”, dijo Castro.
También resaltó la importancia de reducir aún más el azufre permitido en el diésel.
Por su parte, el director de Planificación Sectorial del MOPT, Ronald Flores, indicó que debe revertirse la tendencia de los últimos 15 años hacia el transporte privado.
“Hay que seguir con mejoras en el transporte público, como el uso del ferrocarril, pero eléctrico. Igual pasa con los autobuses, por eso el Minaet está tratando de negociar la compra de vehículos híbridos con Japón, Corea o China”, dijo.
Sin embargo, advirtió, este será un proceso paulatino.