Carlos Enrique Morales, de la Asociación Administradora del Acueducto Rural (Asada) de Poás de Aserrí, desmintió que el agua que suministran a unas 15.000 personas tenga problemas de contaminación.
Lo anterior, ante una acción de vecinos que presentaron un recurso de amparo el cual la Sala Constitucional declaró con lugar el viernes pasado.
Según Morales, muchos de los firmantes del recurso presentado ante los magistrados no son abonados ni viven en el sector, por lo que atribuyó a mala intención e intereses particulares de algunos el hecho de acudir a ese estrado Judicial.
Invitó a los magistrados a ir a las fuentes de captación y desmintió que no haya planta de tratamiento.
También afirmó que se puede constatar ante las autoridades de Salud de la zona que nunca, en los 16 años que tienen de brindar el servicio, ha habido epidemias ni problemas por el agua entre sus abonados.
Admitió que la captación es de fuentes a cielo abierto, pero eso se debe a que "en la zona sur de San José no hay nacientes". Dice que si las hubiera, para ellos sería más fácil abastecerse.
Afirmó que el agua proviene de 16 reservas forestales e incluso sostuvo que han comprado terrenos donde desarrollan obras de mejora, los cuales antes no podían hacer por tratarse de terrenos privados.
Según Morales, usan un sistema natural de depuración del agua con piedrillas y otros elementos, basado en el que utiliza la Universidad de Cali, Colombia.
"No usamos hidróxido de aluminio ni otros químicos. En algunos índices superamos el agua que vende el AyA", acotó.
Entre los barrios que se abastecen de estas aguas están Poás, calle Aserrí, calle Nazareth, Santa Rita y parte del barrio Sagrado Corazón de Jesús.