El fin del curso lectivo y la salida a vacaciones ayudarían a frenar la velocidad con la cual se ha diseminado un virus, que ataca piel de manos, pies y boca en niños menores de cinco años.
Al menos, 80 chiquitos en esas edades –especialmente, bebés de meses– se han contagiado con ese virus, llamado Coxsackie, desde principios de noviembre, cuando el Ministerio de Salud fue notificado de los primeros casos, principalmente en centros de cuido de Poás, Santa Ana y Moravia.
Las autoridades de Salud esperan que el cierre de centros de educación preescolar y sitios de cuido por las vacaciones de final y principio de año, permita disminuir la propagación.
Esta enfermedad, que usualmente circula en todo el territorio, tuvo un repunte inesperado en noviembre, confirmó el director de Vigilancia de la Salud, en ese Ministerio, Daniel Salas Peraza.
El virus se caracteriza por producir vesículas muy dolorosas en manos, pies y boca de los chiquitos.
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Esas bombitas o ampollas aparecen varios días después de que el chiquito presenta síntomas como fiebre, dolor de cabeza y pérdida de apetito, generalmente, después de una semana.
Las ampollas tardan en desaparecer unos siete días.
Bajo riesgo, pero muy molesta
Aunque la enfermedad no ocasiona mayores complicaciones, según dijo Salas, sí es muy molesta debido a las zonas en donde revientan las vesículas: en el interior de la boca, las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Tampoco existe un tratamiento específico. Solo se recomienda tomar algunos fármacos y hacer enjuagues bucales para disminuir el ardor que causan esas bombitas con líquido infectado.
“En esta semana (del 4 de diciembre), no hemos tenido más reportes de casos. La semana anterior, los brotes ascendían a seis o siete en total; uno de los más importantes en Tilarán, con 23 menores de 5 años afectados. También, otro en el Pacífico Central”, explicó Salas.
Salas aclaró que los casos individuales no son de reporte obligatorio ante el Ministerio de Salud.
El contagio de Coxsackie es mediante las gotitas de agua que viajan por saliva al estornudar o toser y, al tocar heces de personas infectadas.
Para evitar el contagio y disminuir la diseminación de esta enfermedad, se recomienda:
- Un correcto lavado de manos.
- Evitar enviar al niño al kínder o al centro de cuido, si presenta síntomas.
- Prevenir la deshidratación en los chiquitos afectados.
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Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NHI, por sus siglas en inglés), por medio de su sitio Medlineplus, hacen las siguientes advertencias a los padres:
- Tengan presente que no existe un tratamiento específico para la infección, más allá del alivio de los síntomas.
- Los antibióticos no funcionan porque la infección es causada por un virus.
- Para aliviar los síntomas, se pueden utilizar los siguientes cuidados en el hogar: usar paracetamol (Tylenol) o ibuprofeno para tratar la fiebre.
- El ácido acetilsalicílico (aspirina) no debe usarse en enfermedades virales en menores de 18 años.
- Los enjuagues bucales con agua con sal (1/2 cucharada o 6 gramos de sal en 1 vaso de agua tibia) pueden servir como calmante.
- Se debe tomar mucho líquido. Tome líquidos adicionales cuando tiene fiebre. Los mejores líquidos son los productos lácteos fríos. No tome jugos ni bebidas gaseosas porque su contenido ácido causa ardor en las úlceras.