Murió ayer joven con trasplante de intestino

“Él regresó a la casa luego de la operación y, como a los tres días, comenzó con vómitos y diarrea con sangre. Al día siguiente de eso tenía cita de control en el hospital y lo dejaron internado”, contó Luis Gerardo Alfaro, padre del joven.

“Se había repuesto mucho; de hecho, ya estaba en sala, ni siquiera en cuidados intensivos. Dicen que el viernes estaba bromeando con un enfermero cuando de repente expresó: ‘Me siento raro’, y entró en coma. Despertó como a las 12 horas y hasta habló con nosotros. Pero ya el domingo como a las 6 p. m. comenzó a sangrar por la boca. El doctor que lo operó nos dijo que ya no había nada que hacer, porque no resistiría otra operación”, añadió.

En estudio. Rita Henry, vocera del Hospital Calderón Guardia, comentó que los médicos analizan el caso de Alfaro para determinar la causa de la muerte, y dijo que luego de tener el informe darán declaraciones.

La cirugía a la que fue sometido el muchacho es de una complejidad muy alta, y no solo implicaba que el cuerpo del joven se adaptara a un nuevo órgano, pues también debía tomar muchísimos medicamentos inmunosupresores que bajaban las defensas de su organismo, para que este no rechazara al órgano.

“En el intestino delgado hay muchas células inmunitarias que el cuerpo necesita al procesar los nutrientes, por eso en este órgano se tienen que dar muchos inmunosupresores para evitar el rechazo, pero esto también expone más a virus”, dijo en una entrevista anterior Mario Sánchez, coordinador de trasplantes de órganos abdominales del Calderón Guardia y quien lideró el procedimiento.

La historia. Alfaro ingresó de emergencia al Hospital San Juan de Dios el 18 de diciembre anterior. Un asalto para robarle el celular a pocos metros de su casa, en Alajuelita, lo dejó con heridas en el hígado, el bazo y el páncreas, pero el más afectado fue el intestino delgado y la única opción era un trasplante.

Los especialistas del Calderón Guardia hicieron la intervención y lo dieron de alta el 5 de febrero.

En una entrevista hecha por La Nación a finales de enero , el estudiante de secundaria expresó que había perdonado a quien lo agredió, y que estaba concentrado en realizar su sueño de estudiar Enseñanza de las Matemáticas.

“Ya quiero volver al colegio; mis compañeros me esperan para que les ayude con las matemáticas ( ríe )”, manifestó Alfaro en aquella ocasión.

“Las matemáticas son una pasión; me gusta ayudar a la gente, que no le tengan miedo, que sepan poner atención y que las vean hasta como un juego. Es lo que quiero hacer siempre”, dijo entonces.