Ana Gabriela Ramírez, de 35 años, recibió un trasplante de hígado el viernes 17 de enero, en el Hospital Calderón Guardia. Ese trasplante es el número 19 que se hace en ese hospital josefino.
Ana Gabriela es instructora de manejo y vive en Moravia, San José. Una hepatitis autoinmune fue la que la llevó a necesitar la realización de una cirugía tan compleja como esta.
Ese tipo de hepatitis se caracteriza por la inflamación del hígado a causa del ataque de las células inmunitarias. Estas células confunden a las hepáticas con tejidos malignos y las atacan.
“Me salían moretes en las piernas, como si me hubiera golpeado. Estaba muy cansada. Un día, fui al Seguro por un jarabe para la tos y le conté a la doctora. Me hizo unos exámenes y me internaron porque tenía las plaqueta muy bajas. Eso fue en diciembre de 2012 y ahí se vio que el hígado estaba mal y necesitaba trasplante”, narró esta madre de dos hijos, de 11 y nueve años.
El procedimiento. Ramírez esperó el trasplante año y medio hasta que apareció el hígado que necesitaba, la semana pasada.
“La paciente está evolucionando muy bien y pronto la daremos de alta. Sí tendrá que tomar su tratamiento inmunosupresor (para evitar el rechazo del órgano) y venir a citas de control”, explicó Mario Sánchez, coordinador de la Unidad de Trasplante Abdominal del Calderón Guardia.
Sánchez recordó que el hígado es un órgano vital, pues combate infecciones y limpia la sangre, además de ayudar a digerir los alimentos y almacenar energía.
Ramírez asegura que se siente cada vez mejor y espera estar lista pronto para regresar a su trabajo.
“Pensé que esta operación era más pesada, uno queda muy cansado y necesita recuperación de varios días”, manifestó la mujer.
El año pasado, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) realizó siete trasplantes de hígado.