Hace tres años Gerson se sintió listo para iniciar la transformación que lo llevara a sentirse bien física y emocionalmente, sin embargo, nunca previó lo complicado que resultaría el camino por la lucha interna y por la batalla institucional.
"Yo estudié Enfermería pero no me he acreditado porque estaba esperando encontrarme bien para poder laborar, sino me siento bien no voy a poder hacer las cosas bien", dice el muchacho de 25 años y vecino de Pavones de Pérez Zeledón.
El descubrimiento sobre su género lo hizo muchos años atrás, pero quiso esperar a ser independiente económicamente para iniciar el proceso.
"Me gusta que las cosas vayan a su paso, por eso esperé hasta terminar mi grado de licenciatura y primero quería independizarme", explicó.
Actualmente trabaja en un abastecedor de su familia y esperará ver los efectos de su tratamiento para inscribirse como enfermera.
El pasado 10 de agosto, Gerson de los Ángeles Montoya, recibió su primer tratamiento hormonal en el Hospital San Juan de Dios.
Su caso, sin embargo, es una excepción, pues los medicamentos todavía no están disponibles para toda la población trans. Él tuvo la suerte de ser el primero o uno de los primeros en recibir esta terapia de parte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La atención incluyó citas en los servicios de Psiquiatría y Psicología pues sufrió capítulos de depresión y hasta un ataque de ansiedad que, se cuenta, lo llevó a la cárcel el año pasado.
Aunque ya lleva un mes recibiendo fármacos, no está conforme, pues tiene miedo de que no sean los apropiados.
"Mi experiencia ha sido difícil porque ellos no habían querido tratarme en un principio. Todo comenzó porque caí en una depresión y entré en un estado de ansiedad por el que me atendieron en Emergencias del Hospital Escalante Pradilla (en Pérez Zeledón) y ahí yo les dije que necesitaba atención porque eran transexual", recordó.
Tras recibir una atención en Psiquiatría, le programaron citas cada seis meses y muchos exámenes más. El tratamiento todavía no llegaba.
Lo más frustrante, dice, fue que tras varios meses en esas circunstancias lo refieren al San Juan de Dios, donde le negaron los fármacos porque tenía que completar más estudios psiquiátricos y psicológicos en ese centro médico.
"En setiembre del 2016 tuve otro ataque de ansiedad que me llevó a la cárcel porque destruí mi cuarto y tuve un altercado con una persona (...) es una experiencia que no se la deseo a nadie porque pasan muchas cosas que nadie quisiera que le pasen", recordó.
"Me encontré en un cuadro depresivo porque yo no entendía por qué no me podían dar el tratamiento si ya había hecho aquí la parte de Psicología"
Desesperado acudió a la Sala Constitucional a interponer un recurso de amparo. Eso ocurrió el 31 de mayo.
Sin que se haya pronunciado ese tribunal, el médico llamó a Gerson para informarle que le darían el tratamiento.
"En la última cita el doctor me dijo que podía entregarme los medicamentos. Ya tengo mi primer mes, todavía no he sentido cambios, he tratado de no deprimirme haciendo ejercicios y con automotivación, pero el doctor me dijo que a los dos meses empezaría a notar cambios físicos", aseguró.
Su preocupación ahora es que no hubo nuevos exámenes para brindarle el tratamiento, sino que se decidió con base en los realizados hace dos años.
La directora del Hospital San Juan de Dios, Ileana Balmaceda confirmó que al muchacho se le están brindando los medicamentos, al tiempo que el hospital se encuentra en proceso de revisión y aprobación de los protocolos necesarios para brindar el tratamiento.
Ese centro médico sería uno de los elegidos por la Caja Costarricense de Seguro Social donde se ofrecería el tratamiento.
Un protocolo de atención
El 19 de junio de este año, la Junta Directiva de la CCSS aprobó un acuerdo para que las personas trans puedean recibir tratamiento hormonal y psicológico en centros médicos de la institución. Para que se concrete es necesario que la Gerencia Médica elabore un protocolo de atención terapéutica para esta población.
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Hugo Chacón, jefe del Área de Atención Integral de las Personas de la CCSS aseguró que ya se aprobó el protocolo de farmacoterapia y se tiene un 90% de avance en los protocolos de abordaje.
"La idea es que antes de que termine este año esté aprobado el proceso e inicie la detección desde el primer nivel", explicó.
Según Chacón, la instrucción a los médicos de los Ebáis será sencilla: toda persona que manifieste ser una persona transgénero debe ser remitida a Psicología y Psiquiatría, donde iniciará el tratamiento para eventualmente referirlo a Endocrinología.
La expectativa de la institución es empezar a ofrecer los tratamientos hormonales a inicios del próximo año.
Se estima que la población trans del país es de unas 700 personas, de acuerdo con información de la Fundación Trans-vida.
No obstante, no todos desean tratamiento hormonal y otros podrían tener contraindicaciones para recibir los fármacos, explicó Richard Esquivel, jefe del área de Medicamentos y Terapéutica Clínica de la Caja.
Datos de la institución indicaron que el costo aproximado del tratamiento hormonal en el caso de los trans masculinos es de alrededor de $130 anuales, mientras que en el caso de los trans femeninos los medicamentos representarían un costo de entre $57 y $115 anuales.