Las listas de pacientes en espera de una cirugía amenazan con dispararse como resultado de la paralización de 17 quirófanos en el Hospital México , debido a fallas en el sistema eléctrico.
Con la salida de funcionamiento de estas salas durante los próximos cuatro meses, los hospitales que antes referían pacientes quirúrgicos críticos al México, deben buscar otros centros a donde enviarlos dentro de la misma red de servicios.
Solo el Hospital México ha dejado de operar a unas 735 personas en las últimas dos semanas. Su lista de espera quirúrgica ronda los 7.000 asegurados.
En promedio, el Hospital Monseñor Sanabria, de Puntarenas, refería a diario un paciente politraumatizado al México para cirugía.
Según informó su director médico, Randall Álvarez, ayer recibió la instrucción de enviarlos a los hospitales San Juan de Dios y Calderón Guardia.
Álvarez también está preocupado por la suerte que correrán los pacientes que necesiten procedimientos diagnósticos en los que se usa anestesia. Estos son exámenes que se hacen en quirófanos.
En Puntarenas, un promedio de dos pacientes con esas necesidades eran trasladados cada semana al México.
En los hospitales San Rafael de Alajuela y San Vicente de Paúl (Heredia), la mayor preocupación es con los asegurados que requieren procedimientos en neurocirugía y cirugía cardíaca, pues ellos no están en capacidad de hacer estas operaciones.
Solo en el hospital herediano, un 1% de los pacientes quirúrgicos necesita neurocirugía, informó Marisabel García, asistente de la Dirección Médica.
Tanto el Hospital de Alajuela como el de Heredia tienen listas de espera quirúrgicas que rondan los 10.000 pacientes. Entre las especialidades más críticas, están ortopedia y cirugía general.
La semana pasada también salieron de funcionamiento las salas de ginecología y maternidad del México. Esto obligó a pedir apoyo al Hospital Nacional de las Mujeres.
Dicho centro deberá frenar temporalmente su programa de salpingectomías (esterilización femenina) para ceder al México las dos salas que dedicaba a ese procedimiento, dos veces al mes. Aunque esta operación no es de emergencia, hay 600 mujeres en espera de la esterilización, detalló Ricardo Camacho López, jefe de Urgencias.
El temor de los directores es que, si la crisis de los quirófanos se prolonga más allá de lo prometido por las autoridades de la Caja, se incrementaría el número de asegurados a la espera de una operación, así como el tiempo de espera.
Solo urgencias. Al inicio de la crisis, hace tres semanas, la Gerencia Médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) giró la instrucción a los hospitales de la red de limitar las referencias solo a casos urgentes. La semana pasada, la gerente médica de la Caja, María Eugenia Villalta, dijo que se trabaja en un plan de contingencia que permita al México sustituir los 17 quirófanos y recuperar su capacidad original de producción quirúrgica, que bajó de 80 a 10 cirugías diarias.
Ayer, varios jefes médicos estuvieron reunidos en el Hospital México, finiquitando los detalles de ese plan. Incluso, la gerente visitó el Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) para asegurar el uso de dos quirófanos.
“Esto apenas está empezando. Hay que ver cómo va creciendo esa bola de nieve”, dijo Randall Álvarez. El Monseñor Sanabria también contó con el apoyo de la red cuando ese centro fue dañado por el terremoto de Nicoya , hace dos años. Lo mismo sucedió, por diferentes causas, con el San Juan de Dios, el Calderón Guardia y el Nacional de Niños, recordó Álvarez.