Autoridades del Hospital México negaron ayer que hayan echado de las instalaciones a un anciano indigente quien llegó para que le atendieran una infección en un pie.
Susana Saravia, vocera del México, explicó que fue el mismo adulto mayor, quien quiso irse del centro médico.
“El martes, él llegó al hospital y, al ser atendido y decirle que se tenía que asear, él pidió salir del hospital”, dijo Saravia.
Agregó que las normas hospitalarias señalan que a nadie se le puede retener por la fuerza y que debido a eso dejaron que se fuera.
El caso tomó relevancia el miércoles, cuando un grupo de taxistas auxilió al anciano –quien pasó la noche fuera del centro médico– y denunciaron que, supuestamente, había sido sacado del edificio del México.
Saravia agregó que ayer el indigente, quien se hace llamar Luis Alberto Monge, accedió a bañarse y a que se le cortaran el cabello y la barba, y desde entonces ha permanecido en el hospital y estará internado hasta su recuperación.
“Por la condición del señor, se le internará, aunque su lesión no es grave. El área de Trabajo Social le está buscando un albergue para que continúe su recuperación. Por ahora, el señor está medicado con antibióticos”, informó Saravia. Colaboró en esta información el periodista Hugo Solano.