Luego de más de un año de intervención, y tras ser invertidos por la CCSS ¢570 millones, el Hospital Max Peralta, en Cartago, logró mejorar sus servicios con la compra de modernos equipos y la remodelación de diversas áreas para atender a sus pacientes.
Dicho centro figuraba, el año pasado, como uno de los que tenía los peores índices de desempeño administrativo y médico, así como largas listas de espera.
Poco a poco, el hospital cambió su cara y logró concretar varios proyectos, incluido el de un novedoso sistema de control de visita, que será aplicado en todos los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Una de las mejoras más significativas fue la compra de un mamógrafo digital –el primero adquirido con recursos de la Caja– con un costo de ¢100 millones, y con el cual se harán exámenes más precisos.
Antes de la adquisición de ese equipo, el Max Peralta realizaba 600 mamografías por mes, pero ahora se duplicó la capacidad y se hacen 1.200. Solo ese cambio derivó en que la lista de espera en mamografías pasara de 12.157 en enero de este año a 2.103 en la actualidad.
Más cambios. Las mejoras en el hospital se notan también en los nuevos 12 sillones para quimioterapia, los 36 monitores de signos vitales y las 19 sillas de ruedas y seis camas para cuidados críticos.
No obstante, la nota alta en el Max Peralta es el desarrollo e implementación de un sistema digital para el control de las visitas de los pacientes hospitalizados.
Desde hace varias semanas se cambió el listado manual por un acceso en el que los visitantes utilizan una tarjeta con código de barras.
Mauricio Rosas, director administrativo del hospital, explicó que el ingreso de la visita se redujo de 30 minutos a solo siete minutos.
Otra ventaja del sistema es que al haber sido desarrollado por informáticos del hospital, su costo fue mínimo pues solo se debieron invertir ¢6 millones en varias impresoras y equipos para leer los códigos de barras.
La aplicación también permite conocer cuáles son los días de más visitas y la cantidad de personas que van a ver a un solo paciente, o bien saber de aquellos que nunca son visitados.