La gerenta médica de la Caja, María Eugenia Villalta Bonilla, ve con buenos ojos la formación de grupos de pacientes.
Villalta asegura que la institución siempre ha estado abierta a la participación comunitaria, por medio de las juntas de salud y comités de usuarios.
“Sabemos que estos grupos tienen la mejor intención, porque la Caja es de todos y todos tenemos derecho a opinar sobre cómo se nos están brindando los servicios”, dijo Villalta.
Según Mauricio Chacón Sánchez, jefe del Departamento de Protección al Usuario de la CCSS, el 20,4% de las quejas de la gente en el 2015 fue por la dificultad de acceso a citas y servicios. El maltrato es una de las quejas más comunes, con el 18,58% en el 2015.
El despacho de Chacón coordina las contralorías de servicios que funcionan en los 29 hospitales públicos. Ahí se realizan gestiones (como cambiar la fecha de una cita por solicitud del paciente), y se tramitan inconformidades, que se investigan con denuncias de asegurados.
“Si estos grupos se nos acercan, tendremos más músculo para solucionar los problemas en conjunto”, dijo Chacón.
Para el defensor adjunto de los Habitantes, Juan Manuel Cordero González, el asegurado organizado aporta mucho.
“Pueden resultar grandes colaboradores en la gestión de los servicios. Estamos ante un paradigma en el que la salud es un producto social, no es solo una visión clínica.