Las gemelas que nacieron en una avioneta de Seguridad Pública, la medianoche del sábado se encuentran en buen estado de salud, respiran por su propia cuenta y empezaron a recibir leche materna.
De acuerdo con la encargada de Ginecoobstetricia del Hospital México, Lucía Sandoval, las bebés, llamadas Amanda y Samantha, evolucionan satisfactoriamente a pesar de que nacieron de 33 semanas de gestación (los embarazos que llegan a término el plazo normal son de 40 semanas) y su peso fue de 1.500 y 1.800 gramos, respectivamente.
La especialista detalló que en este caso se requirió el traslado aéreo debido que su mamá, Rebeca Areola, tuvo una ruptura de membranas la mañana del domingo, lo que adelantó la labor de parto cuando se encontraba internada en el Hospital de Liberia.
Por tratarse de neonatas prematuras y de bajo peso, requerían ser atendidas en un hospital con unidades especializadas para cuidados intensivos para recién nacidos, que no hay en los centros médicos regionales.
La primera de las bebés nació cerca de la medianoche, apenas pocos minutos antes de tocar suelo y su hermana nació 11 minutos después, cuando ya estaban en la pista de Base Dos del Aeropuerto Juan Santamaría.
En la avioneta viajaban un médico general y una enfermera obstetra, quienes brindaron los primeros cuidados a las recién nacidas.
"La atención fue la indicada, en esos casos lo primero es cubrirlos para evitar hipotermia, ellas llegaron al hospital como a los 15 minutos de haber nacido", dijo Sandoval.
Según el reporte médico la mamá de las pequeñas también se encuentra en buen estado y podría salir del hospital en los próximos dos días. Sus hijas deberán permanecer bajo vigilancia al menos un par de semanas más.
El Ministerio de Seguridad Pública detalló que desde el año pasado se han trasladado 51 mujeres embarazadas. En lo que va del 2016 se han realizado cinco traslados de emergencia a mujeres a punto de dar a luz.
Esta es la primera ocasión en que el alumbramiento ocurre en el aire.
Victor Barrientos, el capitán de la avioneta que trasladó a Rebeca y a sus bebés, detalló la experiencia del sábado como difícil de olvidar.
Según contó, escuchó el llanto de la bebé cuando faltaban 12 millas para llegar a tierra.