Los salones del segundo piso del hotel Grano de Oro, en San José, se convirtieron en el cuartel de Evangelina López, una mexicana de 86 años, quien reclama derechos sobre la empresa Gas Zeta y 11 compañías más aquí, aparte de unas 90 firmas en otros países centroamericanos, México, Perú, Bahamas y Suiza.
El conflicto es parte del divorcio con el empresario Miguel Zaragoza, proceso que quedó firme en noviembre pasado, en un juzgado de Houston, Texas.
Según la mujer, a Zaragoza no lo ve desde hace dos años, luego de que ella le pidió ponerle fin al matrimonio y sobrevino la complicación de dividir bienes.
López llegó al país el domingo para darle rostro a su pelea judicial, la misma que el año pasado provocó problemas de suministro de gas en Costa Rica.
Durante la entrevista, estuvo con parientes, abogados, asesores y, del otro lado de la puerta, algunos guardaespaldas. También la reconfortaba, en su pecho, una medalla de la Virgen de Guadalupe. Esto resume la entrevista.
¿De cuánto es la fortuna?
No le puedo decir, solamente él (su esposo) sabe, yo no sé.
¿Qué participación tenía usted en las empresas?
Pues sí, a veces, de las juntas de consejo. Ya no.
¿Hace cuánto dejó de ir?
Dos años. Dejamos de participar en las compañías porque cambiaron las juntas de consejo para otras ciudades y decían que ya no iban a tener, pero en realidad, sí tuvieron... un grupito que se juntaba, y la mayoría de mis hijos y yo no participamos.
¿Qué posición han tomado sus hijos (11)?
Dos de mis hijas trabajan con mi esposo y los otros están sin trabajar, porque ya no están en las compañías.
¿De qué lado están ellos?
No le sabré decir. Yo les hablo, me contestan muy amables, pero no se han interesado en mi caso.
¿Qué busca usted?
Lo único que busco es que me den lo justo, lo que me pertenece. Por 62 años de casada, yo creo tener mis derechos y él que tenga su mitad y haga lo que él quiera, como siempre ha hecho, pero quiero lo mío para mí y mis hijos.
¿Recibe usted una pensión?
A mí me mantienen tres de mis hijas con sus esposos..., hospital, medicinas, mis gastos personales. Vivo en Houston (Texas) en casa de una de mis hijas y mi yerno, ahí gracias a Dios, no me falta nada, tengo carro, tengo comida.
En las décadas de casados ¿nunca habló con su esposo de pasar bienes a su nombre?
Él siempre ha estado en contra de que yo tenga dinero.
¿Es machismo?
¿Será machismo?..., no sé, siempre que le decía que me hiciera una cuenta o la casa a mi nombre, decía: ‘¿Para qué?, de todo tienes’.
¿Cómo describiría su matrimonio antes de este conflicto?
Antes de eso, era feliz porque ignoraba muchas cosas, era una esposa feliz, tenía mis amigas, mi círculo de Biblia, me incliné mucho en mi religión, me dediqué mucho a la Iglesia; entonces, ignoraba muchas cosas.
¿La lucha es por Gas Zeta o es por otras firmas en otros países?
Lo otro está resuelto, no más que a mí me gusta Costa Rica porque es donde ha vivido mi hija y mi yerno, ellos han trabajado 20 años; entonces, yo quiero esta compañía.