Realizarle a una mujer un procedimiento de fertilización in vitro tendría un costo cercano a los $4.340, y no los $147.000 (casi ¢80 millones) que calculó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La cifra trascendió durante un simposio internacional sobre legislación y costos de la fecundación in vitro , efectuado este lunes en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La facilitó el ginecólogo y representante de la Asociación Costarricense de Medicina Reproductiva, Nelson Acuña, quien afirmó que el costo de cada ciclo anunciado por la CCSS es 18 veces más caro que el estándar mundial.
Al contrario, el especialista señaló que los $4.340 son resultado de una estimación general basada en precios de mercado. La cifra contempla, entre otros rubros, el costo de un día de hospital, equipo y medicamentos.
Con él coincidieron expertos en el tema de reproducción humana que asistieron al simposio, entre ellos Delia Ribas Valdés, del Instituto Costarricense de Infertilidad, quien habló en representación de la Red Latinoamericana de Reproducción Humana.
“Hay que invertir (en crear la capacidad instalada para realizar FIV), pero no tanto como los ¢80 millones (por persona) que dice la Caja. Eso es falso”, aseguró Ribas.
Esta especialista, junto a Gerardo Escalante López, realizó los primeros procedimientos in vitro en el país, entre 1995 y el 2000, año en que la Sala IV prohibió la técnica de reproducción asistida.
En total, 15 costarricenses nacieron gracias a la FIV, que consiste en fertilizar el óvulo fuera del cuerpo de la madre.
Ribas aseguró que, en este momento, hay unas 4.500 parejas que necesitan hacerse ya la fertilización asistida.
La especialista en fertilidad del Hospital Nacional de las Mujeres, Ileana Azofeifa Hernández, detalló que en ese centro se atiende a 200 parejas cada año y que eso no ha implicado ningún problema presupuestario.
“Impresiona la cantidad de mentiras que se han dicho sobre los costos”, aseguró Azofeifa. Para ella, esta discusión en torno a la FIV también ha servido para sacar a la luz pública “las malas condiciones en que se trabaja la salud reproductiva en el país”.
Pendiente. A pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó al país reanudar la fertilización in vitro , tres años después, esto aún no se da.
El presidente Luis Guillermo Solís intentó regular la actividad con un nuevo decreto, pero varios recursos ante la Sala IV mantienen frenada su ejecución.
“Es necesario que en el país exista el conocimiento de la experiencia internacional. Hay que llamar la atención de que Uruguay, que es un país al cual no iba dirigida la condena de la Corte, legisló primero que nosotros, que somos los que recibimos la condena”, manifestó Carlos Valerio Monge, abogado, especialista en Salud Pública y uno de los organizadores del simposio.
En países como Uruguay, por ejemplo, se puede practicar la técnica con apoyo de una ley.