Academia Nacional de Medicina recomienda desechar proyecto para permitir la marihuana medicinal

En un comunicado de prensa, esa organización expone sus puntos de vista sobre el proyecto de Ley para la investigación, regulación y control de las plantas Cannabis y Cáñamo para uso medicinal, alimentario e industrial, que se tramita bajo el expediente número 19.256.

Esta iniciativa de ley es impulsada desde la Asamblea Legislativa por el diputado oficialista Marvin Atencio.

Según la Academia, el uso medicinal de la marihuana y sus derivados es muy limitado: "son muy escasas aquellas condiciones en las que se ha evaluado adecuadamente un posible efecto beneficioso y, más importante aún, porque el posible beneficio no es mayor que el de medicamentos convencionales actualmente disponibles y utilizados".

"Si el objetivo del proyecto es disponer de medicamentos derivados de la marihuana para ayudar a un número limitado de pacientes, lo que tiene sentido es que los productos farmacéuticos, ya probados por organismos regulatorios internacionales que gozan de gran autoridad científica, sean puestos a la disposición de quienes lo requieran", sostiene el comunicado.

La Academia advierte, además, de posibles riesgos si se facilita el cultivo para uso medicinal. Entre ellos, cita las consecuencias adversas para la salud física y mental y el riesgo de que se dispare el consumo entre los jóvenes.

"Si el país no cuenta con recursos ni ha tenido éxito en la regulación de sustancias adictivas como el alcohol y el tabaco, menos podrá regular la producción y consumo de la marihuana, lo que traería consecuencias negativas impredecibles, especialmente en ciertos grupos más susceptibles de la población, como los menores de edad", agrega.

La posición de la Academia Nacional de Medicina coincide con la que ha venido manifestando el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).

Hasta ahora, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud dieron su aval al proyecto de ley, pero con condiciones, en el caso de Salud.

Entre ellas, la prohibición del uso recreativo y la obligación de aportar evidencia científica en aquellos productos que se quieran registrar para tratar enfermedades. Estos últimos, insistió Salud, solo deben considerarse como última opción terapéutica.