A las 3 a. m. de este sábado, 20 romeros empezaron a caminar los 246 kilómetros que dividen Bribrí, en Talamanca, y la basílica de la Virgen de los Ángeles, en Cartago.
Este domingo completaron el tramo de 65 kilómetros entre el centro de Limón y Siquirres. Hoy recorrerán el trayecto Siquirres-Turrialba y finalizarán el martes con la ruta Turrialba-Cartago.
El intenso sol del Caribe, la alta temperatura del asfalto, la lluvia y la humedad son los principales obstáculos que han encontrado en el camino.
Pedro Pizarro, de 49 años, realiza la larga romería junto a dos de sus hijos, hace la peregrinación porque tiene un hermano muy enfermo y su fe le dice que la Virgen de los Ángeles lo puede sanar.
"Estoy haciendo la romería porque mi hermano está muy enfermo desde hace tres meses y quiero pedirle a la Negrita que lo sane", dijo Pizarro, quien no quiso dar detalles del padecimiento de su familiar.
Junto a este grupo de romeros viajan varios vehículos que los asisten, ahí va su ropa, artículos personales, agua, otro par de zapatos, abrigos y comida.
Las peticiones de estos peregrinos son tan diversas como ellos mismos.
Entre los que emprendieron la gesta de completar los 246 km está Sofía Córdoba, de 30 años.
"Tengo muchos amigos venezolanos, hago la romería para que lleve paz a ese pueblo, que haya un cambio en la situación social y política que vive ese país hermano", expresó la mujer.
Otros piden por la paz en sus comunidades y por la prosperidad de sus familias.
Preparar la logística de esta romería toma dos meses, según comentaron.
Por ejemplo, la noche del sábado y la de este domingo durmieron en casa de familiares y amigos de Limón y Siquirres.
Este lunes esperan descansar en la casa cural de Turrialba, pero es algo que no está definido aún, esperan que el cura les abra las puertas.