Quepos. Pasa la noche en la primera banca donde caiga y el día lo sobrevive de acera en acera. Esa es la vida de Víctor Ledezma, de 56 años, quien se reconoce como alcohólico y adicto al cigarrillo.
“Yo tengo 30 años de haber entrado a esta vida, que es la más difícil. Ahorita estoy intentando dejar de fumar, pero es muy complicado para mí”, expresó.
Según cuenta, él llegó a tercer año de colegio, trabajó en la Compañía Bananera, fue pescador y después cayó en los vicios.
Ledezma es uno de los 300 indigentes adictos que se han contabilizado en el cantón de Aguirre, Puntarenas. En todos ellos se inspiró un proyecto de rehabilitación impulsado por la Cámara de Turismo de Manuel Antonio y Quepos (Catumaqa) cuyo lema es Somos humanos ayudando a humanos .
En una primera etapa, el grupo está trabajando en la identificación de aquellos hombres y mujeres con problemas de adicción que están dispuestos a aceptar la ayuda.
Esta labor se realiza con colaboración del Centro Cultural Copaza y el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
“Una vez que sepamos quiénes requieren ayuda, los enviaremos a la institución Salvando al Alcohólico, donde pasarán 15 días recibiendo baño, comida, atención médica y desintoxicación. Así sabremos cuáles están listos para salir a trabajar o necesitan de mayor ayuda”, explicó Boris Marchegiani, presidente de Catumaqa.
María Ester Anchía, viceministra de Salud, recordó además que se trata de grupos vulnerables, expuestos a enfermedades como la tuberculosis.
Trabajo conjunto. La iniciativa reúne a instituciones como la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Ministerio de Salud y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), junto a entidades cruciales en la comunidad, como el Parque Nacional Manuel Antonio y la Academia Nacional de Guardacostas.
La CCSS, por ejemplo, se comprometió a brindar atención a los indigentes con enfermedades físicas o mentales. Entre tanto, el IMAS valoraría la posibilidad de entregar un subsidio de ¢100.000, al menos por seis meses, a quienes regresen tras la desintoxicación.
“Contamos con un apoyo del 100% del Parque Nacional Manuel Antonio y de la Academia Nacional de Guardacostas. Ellos nos van a brindar un espacio para que los indigentes puedan realizar ciertas labores y se reintegren al trabajo; también Copaza va a donar las clases de computación y de inglés”, añadió Marchegiani.
Además, el presidente de Catumaqa comentó que se espera comenzar a ver resultados a finales de este mismo año.
Para Alejandra Quesada, directora del Ministerio de Salud en Quepos, esta es una oportunidad que deberían aprovechar estas personas. “Queremos que ellos se sientan uno más entre todos, la idea es que cuenten con seguro social, que trabajen y se reintegren. ”Creemos que, de un 100% de adictos, podremos salvar a un 35%, ya eso sería exitoso. Si funciona, nos encantaría que se implemente en todo el país”, expresó.