Quejas de pacientes y mala gestión obligan a CCSS a intervenir hospital Tony Facio de Limón

La decisión la tomó la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), tras analizar varios informes del equipo interventor de hospitales.

Wilman Rojas, director regional de la CCSS, aclaró que todos los problemas de funcionamiento repercuten en el director del centro médico, el médico Daver Vidal.

“El director debe asumir la responsabilidad de todo el hospital. Se decidió aplicar una separación del cargo, pero se le mantienen las garantías laborales y de su puesto”, dijo Rojas.

El hasta ayer director médico del Tony Facio, será trasladado al Área de Salud de Los Cocos, como parte del personal de apoyo.

A partir del próximo lunes, la nueva cabeza del hospital será Hendri Miles, quien hará equipo con Luis Carlos Vega Martínez en la subdirección.

Alexis Vargas Matamoros será el director administrativo-financiero; Raymond Berty Vílchez será el subadministrador, y Janitza Mora Mora asumirá la jefatura de Ingeniería y Mantenimiento.

“Hay que reconocer la reducción de las listas de espera, pero hay otros problemas más serios en la gestión”, agregó Rojas.

Según datos de la CCSS, este centro médico atiende una población directa de 394.000 personas y una indirecta de 600.000.

El proceso de intervención pretende mejorar el desempeño del hospital, reducir las listas de espera, mejorar el mantenimiento de los equipos, ampliar los horarios y reforzar las jefaturas médicas.

Intentamos conocer la versión de Vidal, pero en su oficina informaron que no iba a atender.

Necesidades. Según Wilman Rojas, las necesidades del Hospital de Limón incluyen el envío de especialistas y mejorar instalaciones.

Rojas denunció que hace un mes y medio, el Colegio de Médicos retiró el permiso a cuatro especialistas extranjeros. “Perdimos un ginecólogo, dos anestesiólogos y un médico internista”, dijo.

A inicios de año se abrieron 17 plazas de especialistas, pero solo hubo tres interesados.

Varios pacientes consultados cuestionaron los tiempos de espera en los servicios.

Carmen Azofeifa, de Germania de Siquirres, tuvo que esperar seis horas para que una ambulancia la llevara de regreso.

“Vengo a una cita con un familiar que sufrió un derrame. Él no puede caminar y tenemos seis horas de estar esperando en una banca a que la ambulancia venga por nosotros”, afirmó la mujer con cara de cansancio.