La fuerza del terremoto de 6,2 grados que destruyó completamente el pueblo de Cinchona, el 8 de enero del 2009, llevó a reubicar a sus más de 1.000 pobladores en Nueva Cinchona, en Cariblanco de Alajuela.
"En esa labor no hubo ningún paisajista. Si hubiera existido un paisajista se hubiera tomado en cuenta aspectos como: ¿qué era lo que más le emocionaba de estar en Cinchona?, ¿tiene fotos de Cinchona?, ¿tiene alguna foto que le recuerde el lugar de manera especial?
"A la gente solo la agarraron y la trasplantaron en otro lugar con otra forma de vida, creando un desarraigo, no es solo un tema psicológico, es un asunto de productividad y económico".
Así explicó la importancia del paisajismo el director del Programa de Investigación Integral del Paisaje de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Jankelevich, el dar a conocer el Atlas del Paisaje, diseñado por esa casa de estudios y el cual tiene como fin evitar los desarraigos, como el ocurrido con los habitantes de las 91 casas de Nueva Cinchona.
El Atlas del Paisaje se convertirá en una herramienta de planificación urbana del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU).
El documento, donado por la UCR al INVU, incluye el mapa de Unidades de Paisaje de la Gran Área Metropolitana (GAM). Este estudio contiene recomendaciones para el desarollo de obras en respeto a aspectos ambientales, paisajísticos, culturales y arquitectónicos de las comunidades.
Los mapas se elaboraron entre 2008 y 2011 y se actualizaron por distritos en los últimos años, declaró Jankelevich. En la tarea participaron 10 especialistas de la UCR.
El Atlas de Paisaje no es de acatamiento obligatorio para los desarrolladores y los ayuntamientos, pero servirá como guía para las diferentes construcciones.
La arquitecta Sonia Montero, presidenta ejecutiva del INVU, enfatizó la importancia del instrumento de ordenamiento territorial y garantizó que la Junta Directiva oficializará el documento para que las municipalidades lo incluyan en sus planes reguladores.
Sin rumbo
Desde hace más de una década, el país ha invertido $22 millones en un reglamento para regular las 43.000 hectáreas que conforman la GAM.No obstante, diferencias de criterio entre varios sectores económicos y técnicos han impedido la implementación de una propuesta.
El primer plan en ser rechazado fue el Planificación Regional y Urbana (Prugam), el cual enfrentó cuestionamientos del INVU, de municipios y de los desarrolladores inmobiliarios. La misma suerte corrió el Plan de Ordenamiento Territorial (Potgam).
El último intento, denominado Plan GAM 2013-2030, elaborado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica, fue aprobado en enero del 2014. Sin embargo, un grupo de ambientalistas lo objetó ante la Sala Constitucional, desde diciembre del 2014, por considerarlo contrario a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
El Plan GAM 2013-2030 es una guía para que los 32 municipios que conforman esta región elaboren sus planes reguladores.
A la ausencia de instrumentos de planificación, según los expositores, se suma la debilidad estatal para hacer cumplir los controles existentes.