(Osvaldo Quesada Porras)
Una mayoría de los costarricenses que partieron hacia las playas de Puntarenas pasaron a votar antes de emprender su paseo dominical.
En un recorrido por Herradura, Jacó y Hermosa, del cantón de Garabito, las playas lucían desoladas, mas no exentas de algunos turistas que ya habían votado. A las 10:30 a. m. los primeros toldos se levantaban en medio de un panorama silencioso. Eran pocas las hieleras y pañoletas sobre la arena y tan solo un pick up blanco parqueado en la playa portaba un signo externo que recordaba que en este domingo había votaciones. Parecía que esta era una arena sin política.
En playa Hermosa, Luis Guillermo Solís, un joven alajuelense de 25 años, dijo haber apoyado a su tocayo muy temprano en la mañana. Tres amigos lo acompañaban en este domingo y todos habían votado antes de arribar al lugar a las 10 a. m. “Era importante no quedarme sin votar para ver si en Costa Rica empieza un cambio”, comentó, mientras sus amistades hacían el gesto de aprobación con la cabeza.
Un rato después, en Herradura, Marvin Ugalde y Alejandra Esquivel contaron que fueron a votar a las 7 a. m. El 2 de febrero, el día de votación de la primera ronda, los novios se organizaron de manera similar por lo que pretenden convertir en una tradición el viajar a la playa cada vez que haya elecciones; eso sí, a tiempo para regresar a casa con el fin de escuchar los resultados de las elecciones.
En la misma playa, Isidro Alfaro, de San Rafael de Alajuela, disfrutaba del fuerte calor de la mañana. Él le pidió a toda su familia que votara antes de empacar todos los implementos veraniegos. “Es un derecho que tenemos que cuidar. Hay que defender la importancia del voto”, comentó.
Miguel Antonio Moya, de Pavas compartió una opinión muy diferente, ya que aseguró que en ningún momento pensó en "desaprovechar" el día para ir a votar, dándole prioridad al paseo familiar a la playa. "Nunca salimos y hoy que podíamos hacer algo diferente no vamos a perder el tiempo votando. Ya lo teníamos planeado desde hace mucho tiempo", dijo.
Un caso similar fue el de Rebeca Carballo, de Coronado, quien en algún momento pensó en ir a votar; sin embargo, por pasear, tuvo que cambiar de opinión: "Me va a doler quedarme sin votar, pero se me complicó la logística", justificó mientras disfrutaba con un grupo de amigos en playa Hermosa.
Con otra perspectiva, algunos comerciantes de la zona calificaron el ambiente en las playas como "bajo y lento".
William Arroyo, dueño de un parqueo en Jacó, culpó de esto a las votaciones y a la usual disminución de visitantes durante los días previos a Semana Santa.
Por su parte, Mauricio Arrieta, dueño de una escuela de surf, cree que esta ha sido la peor semana de los últimos meses en términos de afluencia de turistas, pero prefirió no señalar como única responsable a la jornada electoral. "Esta es una temporada que siempre es apagada porque la gente espera la Semana Santa para venir durante varios días".
*La información fue ampliada a las 4:30 p. m.