¿Seguir en la curul devengando un salario mensual superior a los ¢3 millones, o dedicarse de lleno a la candidatura presidencial?
Esa era la disyuntiva de tres diputados que son, a la vez, aspirantes a la Presidencia.
La legislación vigente permite a los congresistas dividir su tiempo entre el trabajo parlamentario y sus labores proselitistas.
Pese a estar en campaña, los congresistas tienen la obligaciónde asistir a las comisiones y al plenario. De lo contrario, perderían las dietas, que son parte de su salario.
Carlos Avendaño es candidato presidencial de Restauración Nacional.
Justo Orozco encabeza la papeleta de Renovación Costarricense.
José María Villalta, del Frente Amplio, es quien aparece mejor colocado en los estudios de opinión con un 9,7% en intención de voto, según una reciente encuesta de la firma Unimer para La Nación .
Los parlamentarios dijeron que su actividad electoral no entorpece su trabajo en el Congreso.
La Dirección Ejecutiva de la Asamblea vigila que los recursos públicos no se empleen para beneficio de ningún partido político.
Antonio Ayales, director ejecutivo del Congreso, explicó que la participación política de los legisladores se debe dar fuera de las instalaciones parlamentarias.
La Asamblea facilita a los diputados teléfono, computadoras, Internet y fotocopiadoras, pero se prohíbe su uso para otros fines.