Con el reto de negociar una agenda de impuestos en un Congreso cuya cúpula está dominada por la oposición, el ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro, intentará convencer a los diputados de que la discusión sobre este tema pase, con urgencia, de la contingencia del gasto a la reforma tributaria que requiere el Gobierno para paliar el déficit fiscal.
Alfaro Salas, quien fue legislador entre el 2007 y el 2010, afirma que buscará los caminos necesarios para abrir una discusión sin alarmas, en un ambiente parlamentario que pinta adverso para el oficialismo.
El bloque opositor que asumió el control del Congreso anunció que no aprobará reformas a impuestos hasta que se discuta el gasto estatal. ¿Tiran la toalla en la Presidencia en su intento de aumentar impuestos?
Estamos proponiéndole al país una necesidad que es evidente y que viene postergándose desde hace muchos años, como lo es el tema de revisar nuestra estructura tributaria. El Gobierno ha hecho esfuerzos para reducir el gasto. Hubo un presupuesto extraordinario para recortar gastos; no recuerdo ningún otro presupuesto a la baja como este y esto es fundamental para entender que el Gobierno tiene una voluntad de hacer reducción de gasto. Hacienda está trabajando en el presupuesto del 2016 y tendrá en cuenta el tema del gasto.
Pero, entonces, ¿sí van a discutir la reducción del gasto?
Hay que recordar que en Costa Rica, la flexibilidad del presupuesto es muy poca; el límite y la posibilidad de recorte fiscal es pequeña si no se quieren suprimir servicios. El resto del presupuesto está condicionado al pago de la deuda y salarios. El Gobierno está dispuesto a entrar en la discusión de la disminución.
El presidente Solís habló de que este será un año difícil en materia de déficit...
Lo que el presidente dijo es que nos espera un año de discusiones sobre el desequilibrio fiscal. El desequilibrio nos acompaña desde hace muchos años. Lo que nos espera es un año crítico en la discusión. No hay malos augurios; tenemos una economía estable, un tipo de cambio estable, con inflación baja. No hay que esperar sobresaltos en cuanto a números económicos, pero sí tenemos un año de discusión profunda.
¿No era una alarma?
No sentí, de ninguna forma, que el presidente hiciera un tipo de alarma. Lo que sí está claro es que si esa discusión no lleva al país a generar remedios para la situación fiscal, podría complicarse la economía.
¿Ya tiene en agenda reuniones con los jefes de fracción?
Tengo que proponer reunión con jefes de fracción. El lunes a primera hora estaré haciendo la agenda de reuniones y tengo alguna lista de prioridades sobre el tema. Yo quiero hablar con los 57 diputados. Eso es una cuestión real; la Asamblea Legislativa no está compuesta únicamente por bloques; cada diputado tiene un canal de comunicación con el Ministerio de la Presidencia.
¿Tiene el Ejecutivo con qué convencer al bloque opositor de impulsar reformas fiscales?
Yo creo que la pregunta es en las dos vías. Hay también consideraciones que hacer respecto de los gastos y los ingresos y creo que todo el mundo es consciente de que la fórmula de equilibrio fiscal no pasa solo por uno de los lados. La oposición no se niega a conocerla, lo que pasa es que dicen que debe tratarse primero la agenda de gastos, pero la realidad tiene un límite temporal que no necesariamente se ajusta a los años legislativos.
¿Este es el año de proponer los impuestos?
Este es el año de la discusión de muchos temas importantes; no solo de los impuestos. El bloque (opositor) también lanza una propuesta que tiene que ser aterrizada en proyectos de ley; el tema es que cuando eso se traslada a proyectos de ley, tenemos que ver qué decisiones se propone tomar la Asamblea Legislativa.
¿Queda secuestrada la Asamblea Legislativa con un bloque opositor al mando?
Para nada, la Asamblea Legislativa es un órgano independiente que tiene su gobierno propio por ley, y me parece que no podemos hablar jamás de un secuestro. El Gobierno lo entiende.
¿Ya conversó con los diputados del bloque opositor?
Llamé a los que pude de los diputados que resultaron elegidos en el Directorio, y a todos los felicité por el cargo que se les encarga, por la labor que tienen que desempeñar y para ponerme a las órdenes de ellos.
¿Se dificulta su labor de ministro de la Presidencia con un Directorio opositor?
La labor del Ministerio de la Presidencia es compleja, independientemente de quién ocupe la silla presidencial o del Directorio. El Ministerio de la Presidencia tiene que tratar de tener buenas relaciones con la Asamblea, independientemente de la composición de sus órganos.