Al lado de la principal figura política de Costa Rica hay un español. Este es el patrón de los pasados cuatro años, que se repetirá en el próximo cuatrienio. Esa tendencia complace al príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y Grecia.
Con un garbo entrenado y una sonrisa ensayada, pero sin decir una sola palabra, el heredero directo de la Corona de España llegó ayer al aeropuerto Juan Santamaría, a las 7:30 a. m.
Según confirmaron las autoridades españolas en el país, Felipe de Borbón está muy complacido de asistir, por quinta vez, al traspaso de poderes y ve como “un motivo añadido de alegría” que sean españoles las parejas de la mandataria saliente y del próximo presidente.
Del 2010 a hoy, fue el abogado español José María Rico quien estuvo al lado de la gobernante, Laura Chinchilla. Además, desde este mayo y hasta el 2018, otra española, Mercedes Peñas, le hablará al oído a Luis Guillermo Solís.
Durante la jornada de ayer, este fue uno de los temas recurrentes y hasta motivo de bromas. En el desayuno, en el hotel San José Palacio, Luis Guillermo Solís expresó: “Como he dicho en broma, pero muy en serio: ‘Yo duermo con España’”, augurando buenas relaciones entre ambos países.
“No hay ningún compromiso. A eso se le va a dar seguimiento luego”, expresó tras conversar con el heredero de temas ambientales, política internacional y cooperación.
Sobre la nacionalidad de la nueva primera dama, ella misma sonrió: “Él (el príncipe) no me expresó nada de ello, pero espero que a él le parezca una gran cosa”. Peñas reconoció que ella y su hija Inés, así como su papá Lorenzo y hermana Raquel, estaban emocionados por conocer al príncipe.
Más tarde fue la presidenta Laura Chinchilla quien bromeó con el heredero a la Corona española durante su último día en Zapote.
“¿Ya le contaron que vamos a proponer un cambio en la Constitución Política de Costa Rica para que diga que los presidentes deben estar casados con un español?”, expresó Chinchilla al recibirlo.
Acoso. Allí, el único hijo del rey Juan Carlos fue víctima del acoso de las funcionarias de Presidencia. Los piropos y exclamaciones de ¡qué alto!, así como una lluvia de fotografías lo custodiaron a la salida. Incluso, una señora tuvo la osadía de tomarlo del brazo, mientras la escolta de seguridad del príncipe tuvo que respirar profundo.
Tras el desayuno con Solís y la reunión con Chinchilla, él se fue a almorzar con 10 costarricenses seleccionados por la representación diplomática española aquí. El convivio fue en la residencia de la embajadora Elena Madrazo.
Entre los invitados figuraban: Adriana Collado, directora del Teatro Nacional; Silvia Lara, excandidata a la Vicepresidencia; Gilda González, periodista de El Financiero, y Fernando Campos, viceministro de Comercio Exterior. También Marco Cercone, de la Cámara de Industrias; Epsy Campbell, diputada del Partido Acción Ciudadana; Hilda Hidalgo, cineasta; Luis Chaves, poeta; José Aguilar, de Acción Joven; y Ana Gabriel Zúñiga, viceministra designada de la Presidencia.
Con ellos, la plática fue sobre “la Costa Rica que somos y la que queremos los ticos”. El preludio de esta charla fue el fútbol.
Durante todo el día, el príncipe, de 46 años y 1,97 metros de altura, rehusó dar declaraciones a la prensa.
En la noche, Felipe de Borbón participó de un coctel que ofreció Chinchilla.
Es la quinta vez que Borbón visita el país, indicó a ‘La Nación’ Javier Arenas, Jefe Adjunto de Comunicación de la Casa Real.
Desde 1998 ha sido un puntual invitado. Él participó en las ceremonias presidenciales de Miguel Ángel Rodríguez Echeverría (1998), Abel Pacheco de la Espriella (2002), Óscar Arias Sánchez (2006) y Laura Chinchilla Miranda (2010).
En esta ocasión, el futuro monarca español será además la autoridad europea de mayor rango presente en el cambio de gobierno junto con Javier Sandomingo Núñez, embajador de la Unión Europea para Centroamérica.
Esta es la participación número 58 del príncipe en este tipo de actividades alrededor del mundo.
Felipe de Borbón y Grecia, de 46 años, está casado con Letizia Ortiz, Princesa de Asturias y tiene dos hijas, las infantas Leonor y Sofía. Al príncipe de Asturias le corresponden también los títulos de Príncipe de Gerona, Príncipe de Viana, Duque de Montblanc, Conde de Cervera y Señor de Balaguer.
La visita del príncipe está rodeada de mucho personal de seguridad.