San José
La Casa Presidencial decidió cancelar el desayuno que realizaría este miércoles con los jefes de fracción, para discutir los proyectos de reformas tributarias que impulsa el Poder Ejecutivo en el Parlamento.
Sergio Alfaro, ministro de la Presidencia, dijo tras la sesión del Consejo de Gobierno de este martes que el diálogo sobre temas fiscales con los líderes de las bancadas se truncó por diversas circunstancias, entre las que mencionó la confirmación del nombramiento del nuevo regulador general, Roberto Jiménez, gracias a la falta de cuórum, el jueves pasado, y las negociaciones internas entre las fracciones para elegir a sus candidatos para los puestos del Directorio Legislativo, que se renovarán el próximo primero de mayo.
Alfaro dijo que la cancelación del desayuno se hizo pese a que Casa Presidencial no ha recibido directamente ninguna cancelación de los diputados, sino, al enterarse por los medios de comunicación de las críticas que varios jefes de fracción (no fue específico quiénes) han dirigido al Gobierno por el nombramiento de Jiménez.
Pese a la caída de uno de los puentes de diálogo con el Parlamento, Alfaro dijo que la Presidencia seguirá reuniéndose bilateralmente con los líderes de varias bancadas.
"La cancelación del desayuno no implica que el Gobierno vaya a renunciar a los proyectos fiscales", afirmó el jerarca de la Presidencia.
Actualmente, el Gobierno impulsa una nutrida agenda de iniciativas fiscales, empero, solo una, la que pretende frenar el fraude fiscal, que incluye la creación del registro de accionistas, es la única que ha tenido avances durante el actual periodo de sesiones extraordinarias, cuya agenda controla el Poder Ejecutivo hasta el 30 de abril entrante.
El presidente Luis Guillermo Solís pretende que a más tardar durante este 2016 los diputados le aprueben dos planes de reforma al impuesto sobre la renta y sobre las ventas, que le permitirían al Gobierno recaudar hasta un 2% más del producto interno bruto (PIB) anualmente.
Sin embargo, Alfaro fue realista y reconoció que el diálogo con los parlamentarios se afectó.
"Sin ánimo de emperorar la situación real del diálogo les hacemos un llamado, por lo que esta tarde les enviaremos a los diputados una nota con los puntos que se iban a tocar durante esta reunión", recalcó.
Durante su discurso de celebración del 11 de Abril, Solís habló de que el Gobierno se vería en la obligación de tomar "medidas violentas de ajuste" para reducir el gasto público en el caso de que el Parlamento no vote a favor los proyectos tributarios.
José Francisco Pachecho, viceministro de Hacienda, dijo que entre esas "medidas violentas" que tomaría el Gobierno estarían el recorte en las compras públicas en el presupuesto del 2017 y el congelamiento de transferencias a entidades descentralizadas.
También, dijo el jerarca, se evaluará el congelamiento de salarios en el sector público.
Entre esas medidas no se encuentran despidos de empleados públicos, recalcó Pacheco.
El ministro de la Presidencia dijo que dicho anuncio hecho por Luis Guillermo Solís no debe confundirse con una campaña del miedo, sino, "de decir la verdad sobre dónde estamos parados" en el tema fiscal.