El proyecto de ley 18.718, que tiene como objetivo atacar la evasión tributaria de los empresarios moteleros, tiene problemas.
Así lo afirma un informe del Departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa, donde se establece que la cantidad de contribuyentes podría disminuir, así como los ingresos por el impuesto a los moteles.
Darles la opción a los empresarios moteleros para alcanzar la declaración como negocio de interés turístico les permite exigir también la exoneración tributaria.
Además, se varía el porcentaje del 30% sobre el uso de una habitación aplicado en la actualidad a porcentajes variables según el número de habitaciones.
Así, locales con más de 100 habitaciones pagarían un 12% de impuesto; entre 51 y 100 cuartos sería del 11%, entre 21 y 50 espacios un 10% y menos de 20 un 9% sobre una tarifa diaria y no por cada vez que hay un encuentro sexual.
La iniciativa es de la diputada de Liberación Nacional Annie Saborío. Ella había colocado el plan en la Comisión de Asuntos Agropecuarios que preside.
Alexandra Castillo, jefa de Captación de Recursos del IMAS aseguró que no están de acuerdo con la reducción del impuesto, pero buscan dialogar para rescatar la iniciativa para que les dé herramientas para cobrar el tributo.
Actualmente, el impuesto se torna incobrable por los portillos que usan los comerciantes para atacar el gravamen.
El diputado Alfonso Pérez, también del PLN, duda de las intenciones del proyecto y sospecha que se busque la disminución del impuesto actual.
Ante la oposición, Saborío envió el plan a la Comisión de Ciencia y Tecnología, que preside el diputado Justo Orozco, de Renovación Costarricense y aliado del PLN.