San José
El Partido Acción Ciudadana (PAC) quiere romper la tendencia electoral de difuminar la integración del Parlamento en múltiples fracciones para convertirse, en el 2018, en la divisa que concentre la mayor cantidad de diputados.
Carlos Alvarado, candidato de ese partido, se fijó como meta conseguir que los costarricenses, además de elegirlo presidente de la República, también lo doten con una fracción legislativa compuesta por al menos 20 diputados, un 35% del total de las 57 curules del Congreso.
Para el aspirante el objetivo es necesario para implementar sin escollos el Plan de Gobierno que le propondrá a la ciudadanía y para que el oficialismo sea capaz de controlar, vía votos, la agenda de proyectos necesaria para concretar las metas de Gobierno que requieran de nuevas leyes o de reformas a las actuales para echarse a andar.
"Tenemos que formar una mayoría. (...) Yo sí creo que debemos superar nuestro máximos histórico y pedirles un mandato fuerte a los costarricenses. Mi objetivo es formar equipo y gobernabilidad y, de paso, también, pedirle a Costa Rica una fracción grande, que me permita llevar adelante mi plan de Gobierno", explicó Alvarado.
Hoy el grupo político que más diputados tiene es el Partido Liberación Nacional (PLN), con 18.
Tarea compleja
De lograr la meta de ser presidente y contar con una elevada cantidad de diputados, Alvarado se alejaría de pasar las penurias que ha enfrentado Luis Guillermo Solís durante su mandato, con una fracción oficialista compuesta por apenas 13 diputados.
Entre otros males, esa disminuida cantidad de legisladores impidió que el Gobierno concretara proyectos de ley como los de reforma tributaria, necesarios para atacar por el lado de los ingresos al déficit fiscal.
La carencia de una bancada más amplia también obliga a Casa Presidencial a negociar constantemente con múltiples grupos políticos y diputados en aras de construir las mayorías necesarias según cada coyuntura legislativa.
Pero, además de garantizarse mayor tranquilidad al jugar el ajedrez político contra la oposición, Alvarado también lograría que el PAC obtenga la bancada más grande desde su fundación en el 2000.
El historial legislativo del PAC es un vaivén. En las elecciones presidenciales del 2002, las primeras en las que participó, logró 14 diputados. Sin embargo, un año después, en febrero del 2003, la bancada se fracturó con la partida de 6 diputados que conformaron el Bloque Patriótico, y quedó con 8 miembros para el resto del periodo 2002-2006.
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Durante las elecciones del 2006 el PAC tocó su techo histórico, al elegir 17 diputados, cifra que todavía no ha podido superar. Durante ese periodo, no obstante, perdió una curul cuando Andrea Morales se declaró independiente en media discusión de la agenda de implementación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
En el 2010 el PAC volvió al Parlamento con 11 diputados, cantidad que aumentó a 13 en el 2014. Estas dos últimas bancadas ha sido las más estables, pues el partido no ha perdido ningún miembro a la fecha.
Sin embargo, la actual integración no ha estado exenta de importantes fricciones provocadas por los liderazgos divergentes de Ottón Solís y del cooperativista Víctor Morales Zapata. El primero, leal a los principios fundacionales de la ética rigurosa, y el segundo, más afín a la corriente progresista del presidente Luis Guillermo Solís.
En el Congreso se requieren al menos 29 diputados para aprobar proyectos de ley. Sin embargo, hay acuerdos legislativos que toma el plenario que exigen la conformación de una mayoría de legisladores no menor a 38. Aunque 20 diputados serían insuficientes para conducir con tranquilidad por la autopista parlamentaria, Alvarado confía en tener la cualidad de concertar entre el oficialismo y la oposición.
"Hay que entender que lo importante es la política de alianzas y de acuerdos y hay que ver qué otras fuerzas uno puede sumar en acuerdos legislativos", afirmó el candidato.
Gobierno sería principal veta de candidatos a diputación
El PAC se abocará a la elección de sus candidatos a diputados por las siete provincias en setiembre próximo, después de finalizar la renovación de estructuras.
Por disposición de los estatutos del partido el abanderado presidencial tiene derecho a elegir a dedo a 7 postulantes a diputaciones. Carlos Alvarado reconoció que una cantidad importante de estos elegidos podrían estar en este momento en las filas del Gobierno de Luis Guillermo Solís.
Por esto, comentó, es que coordina con las autoridades del partido, de la fracción oficialista, y del propio Poder Ejecutivo, antes de concretar una lista final de candidatos que someterá a aval de la Asamblea Nacional.
El artículo 109 de la Constitución Política obliga al presidente de la República, a los ministros, a magistrados de la Corte y del Tribunal Supremo de Elecciones, al director del Registro Civil, a jueces, autoridades de policía y gerentes de entidades autónomas, a renunciar 6 meses antes de las elecciones en caso de que deseen aspirar a una diputación. Ese plazo se agotará el 4 de agosto próximo.
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"Estoy escuchando mucho, estoy tomándole criterio a bastantes personas en el partido, quiero escuchar mucho lo que los líderes de diferentes grupos del partido quieren decir al respecto", remarcó al consultársele cuáles parámetro usará para elegir la nómina de candidatos a diputaciones.
En lo que sí fue claro el candidato es en que desea que todas las tendencias y movimientos del partido estén representadas en la próxima fracción legislativa rojiamarilla.
"Aspiro a conducir al partido a una tercera etapa en su historia. La primera estuvo marcada por la influencia del fundador, don Ottón Solís, la segunda por la lucha de tendencias. Y, ahora, deseo iniciar una nueva etapa en la que la diversidad del partido logre convivir en total integración", afirmó.
En ese afán Alvarado se reunió el pasado jueves con el exprecandidato presidencial Welmer Ramos para avanzar en el proceso de unión del partido después de la convención del pasado 9 de julio, que el primero ganó con un 56% de los votos frente a un 44% del exministro de Economía, Industria y Comercio.
Ambos ex contendores crearon un grupo de trabajo que integraron con miembros de sus tendencias para que desarrollen un cronograma de reuniones en las que se discutirá la inclusión de propuestas de Ramos en el Plan de Gobierno de Alvarado.
Los dos también acordaron integrar lo antes posible el nuevo tribunal interno de ética del PAC, al considerar inoportuno que el partido que nació afianzado del estandarte del adecentamiento de la función pública no cuente con ese órgano en funciones en la actualidad.
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