Lo que parecía un simple amarre de votos se complicó de la noche a la mañana para el PLN. Los pleitos internos en la agrupación verdiblanca hacen que la oposición dude de apoyar a Juan Luis Jiménez Succar para presidir el Congreso.
El estira y encoge se pone color de hormiga conforme las horas pasan y se acerca la votación del 1.° de mayo, en el que será el penúltimo cambio del Directorio legislativo en el cuatrienio 2014-2018.
Jiménez Succar apuesta por la disciplina partidaria de sus compañeros, como garantía para presentarse a negociar con el resto de bancadas de oposición.
Sin embargo, esta carta le plantea una posición débil al Partido Liberación Nacional (PLN) en general, en momentos en que cuatro de sus diputados aún no votan la carta de apoyo para el legislador josefino.
A menos de 72 horas de la elección, los aliados –PUSC, Movimiento Libertario, Alianza Demócrata Cristiana, Renovación Costarricense, Accesibilidad Sin Exclusión y Restauración Nacional– renegocian.
Y se dice renegociar porque los acuerdos estaban prácticamente cerrados antes del pleito por la jefatura del PLN esta semana, protagonizado por Ronny Monge, y antes de las tensiones entre Jiménez Succar y Sandra Piszk por la candidatura a la presidencia parlamentaria.
El resultado: el PLN se ve partido y da malas señales a los aliados opositores. El Comité Ejecutivo del Partido está en reunión permanente tratando de apagar incendios y hasta Johnny Araya se manifestó como mediador de la fracción, a pesar de que en setiembre renunció al Partido para ser alcalde de San José por una alianza evangélica.
A esto se suman errores de negociación, como el haber ofrecido a dos diputados el mismo puesto (a Marta Arauz, del PLN, y a José Alfaro, del Libertario. Jiménez les prometió la vicepresidencia del Congreso), que tienen el agua espesa en el Congreso.
Otto Guevara, jefe del Libertario, considera que se le ha complicado el asunto a Liberación.
El congresista Mario Redondo estima que se debe analizar con cuidado lo que sucede previo a la elección, pues todo depende de que el PLN muestre unión en sus votos.
“Yo creo que Liberación tiene que ser muy prudente con esto. Me parece que se ha comprometido a algo que pudo manejarse muchísimo mejor. Le ha dado espacio a que la candidata del PAC (Emilia Molina) tome fuerza”, afirmó Redondo.
“Se ha debilitado. Las señales de hoy (ayer) no han sido buenas”, agregó Redondo.
El Tigre en ascuas. La brasa está lejos de apagarse. La escaramuza interna mantiene en duda a la oposición, que espera pruebas de unión en el PLN para poder votar por Jiménez, conocido en el ámbito político como Tigre.
La alianza opositora le pidió al PLN la firma de los 18 diputados verdiblancos.
Jiménez aceptó que los pleitos con Ronny Monge y la distancia con Sandra Piszk lo ponen en una situación difícil.
“Puede considerarse que la situación de Ronny y de Sandra pudo haber expuesto a los otros (diputados de oposición), indicando que la fracción no está unida; sin embargo, faltan solo cuatro compañeros de firmar (el apoyo para el PLN)”, dijo Jiménez.
Su compañero de bancada, Juan Marín, acepta que el proceso está cuesta arriba.
“Esto no es fácil, armar el 1.° de mayo no es fácil; estamos haciendo un esfuerzo, y mañana en la tarde (hoy) le podría decir si está o no está”, dijo Marín.
“Hemos hecho dos reuniones en el cafetín, detrás de la curul mía. Con todos los muchachos, hemos hablado preliminarmente y mañana (hoy) nos reunimos para firmar un documento donde se establezcan los seis puestos, comisiones y agenda”, agregó.
Ayer, a las 9:15 p. m. el diputado Jiménez Succar trataba de amarrar la alianza; no obstante, al día de hoy, la incertidumbre reina en la Asamblea Legislativa.
Lo único concreto por ahora es que la votación de la mañana del 1.° de mayo es la que decidirá quién presidirá el Congreso.