El pasado jueves, en conferencia de prensa, el exdiputado Víctor Hugo Víquez anunció que renunciaba a sus aspiraciones de volver al Congreso encabezando la papeleta por Heredia del PLN, luego de que trascendiera una gestión que él hizo en favor del empresario Juan Carlos Bolaños ante la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), en el año 2013.
Sin embargo, desde ese anuncio han pasado ocho días y Víquez no ha oficializado su dimisión ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). A las 3 p. m. de este jueves, esa institución no registraba ninguna gestión en ese sentido del liberacionista.
El martes, La Nación le preguntó a Víquez si había presentado la renuncia al TSE, ante lo cual respondió: "Despreocúpese, soy un hombre de palabra, por lo tanto, la voy a presentar cuando mis abogados me indiquen que ya está lista".
LEA MÁS: Víctor Hugo Víquez queda fuera de papeleta del PLN por vínculo con Juan Carlos Bolaños
El director de Registro Electoral del TSE, Héctor Fernández, explicó que para dimitir a una candidatura a diputado no se requiere de un mayor trámite, pues basta con que la persona presente la carta de renuncia con lo que, inmediatamente, se hace un reacomodo de la papeleta respetando la paridad y alternancia de género.
Víquez anunció su dimisión en compañía del candidato presidencial de Liberación Nacional (PLN), Antonio Álvarez Desanti, al reconocer que había cometido un error y que debía afrontar sus consecuencias.
El 25 de octubre, este medio dio a conocer que, en el 2013, la Auditoría Interna de la CNE denunció al entonces diputado por, supuestamente, enviar mensajes de texto a la entonces presidenta ejecutiva de la institución, Vanessa Rosales, en apoyo al empresario Juan Carlos Bolaños, quien aspiraba a ganar un contrato para encargarse de la estabilización de taludes en el camino entre Ciudad Colón y El Rodeo de Mora.
Álvarez Desanti, por su parte, calificó como graves los hechos que se le achacaron a Víquez y por eso le pidió su renuncia, al tiempo que dijo que el exdiputado, "con hidalguía", la puso a su disposición".
En un compromiso ético que firmó cada uno de los aspirantes a diputado, incluido Víquez, se establece: "Renunciaré de inmediato a mi condición de diputado ante la Asamblea Legislativa en caso de ser declarado como responsable de un acto de corrupción. Esta obligación también será extensiva durante el periodo de campaña electoral".
Con base en la rúbrica de ese documento, es que Antonio Álvarez confía en que el herediano oficialice su dimisión ante el TSE.
LEA MÁS: CNE denunció a candidato a diputado del PLN por mensajes en favor de Juan Carlos Bolaños
¿En qué consiste la denuncia?
La denuncia contra Víquez sobre un supuesto tráfico de influencias la presentó la Auditoría Interna de la CNE ante la Procuraduría de la Ética.
Según la denuncia, Bolaños le solicitó al entonces diputado del PLN que interviniera ante Rosales "con el propósito de que le diera atención al asunto de su interés".
Inicialmente, los días 14 y 15 de marzo de 2013, el dueño de la empresa JCB Alquiler de Maquinaria S. A., Juan Carlos Bolaños, envió una serie de mensajes de texto a Rosales desacreditando a otro oferente que participaba en el concurso y, al cual, al final, se le adjudicó el proyecto. Se trata de la empresa Rodio Swissboring S. A.
En uno de los mensajes, Bolaños le mencionó a la presidenta de la CNE que “Víquez” le dijo que ella no conocía de eso, pero que la información enviada era para que estuviera ubicada cuando le llegara el asunto.
Posteriormente, el 15 de marzo de 2013, el diputado Víctor Hugo Víquez envió mensajes de texto a Vanessa Rosales, a su celular institucional, comentándole las quejas de Bolaños.
Ante los mensajes de Víquez y Bolaños, Vanessa Rosales pidió a la Junta Directiva de la CNE permiso para abstenerse de participar en la adjudicación y, en su lugar, se designó al director ejecutivo de la institución, Álvaro Montero. Ella adujo que, a causa de los intercambios, se había enterado del contenido del expediente de manera anticipada.
Si bien la Procuraduría dio por ciertos los mensajes, la denuncia se desestimó porque no se consumó el hecho.