El obispo de Cartago, José Francisco Ulloa, celebró misa este mediodía con la presencia del presidente Luis Guillermo Solís y pidió a Dios que el mandatario logré realizar “el cambio que todos anhelamos”.
En una abarrotada Basílica de Los Ángeles, Ulloa saludó a Solís con un mensaje de brazos abiertos, lo bendijo y oró por que haga un buen gobierno.
Según dijo el prelado, el mandatario acudió a encomendar sus cuatro años de servicio a Dios y a la virgen de Los Ángeles.
Ulloa dijo que el país anhela una Costa Rica más inclusiva, más justa, más equitativa, sin violencia, más solidaria y llena de principios éticos.
Durante su homilía, el obispo también recordó las bases católicas de la sociedad y la política costarricense. Dijo que los historiadores no podían evadir las referencias.
Solís se encontró este domingo con líderes de la iglesia católica luego de que, el viernes, se acercó a la comunidad gay.
Ese día, el presidente izó la bandera de la diversidad sexual en Casa Presidencial, un gestó que agradó a la comunidad Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (LGTB), pero que molestó a sectores católicos y evangélicos.
Aún así, pese a lo simbólico del acto, Solís no se comprometió a impulsar los proyectos de ley que reconocerían a las parejas del mismo sexo derechos como herencias, visitas en cárceles, hospitales, pensiones y créditos.
De hecho, el gesto del viernes fue un acercamiento luego de que, el 1°. de mayo, el Partido Acción Ciudadana (PAC) estuvo a punto de pactar con el evangélico, Renovación Costarricense, la postergación por un año del proyecto de sociedades de convivencia, el cual regularía los derechos de las parejas gais.
Por su parte, Solís dijo que, con razón, monseñor dijo que fue el pueblo el que lo hizo el primer ciudadano y que le pedía a Dios que siempre le recordara que los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros.
Añadió que aprovechó este fin de semana para venir porque su esposa y su hija van a salir del país y quería visitar la Basílica en familia.
Durante la eucaristía, se quedó sentado y no tomó la hostia.
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