El ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, pretende crear sintonía entre el Gobierno y las fracciones legislativas.
Para ello, organiza citas entre los diputados y el mandatario Luis Guillermo Solís. La primera reunión de reconciliación, luego del polémico caso Soley, será el miércoles en la noche, con los representantes de la fracción liberacionista.
La renuncia de Daniel Soley como viceministro de la Presidencia, luego de reunirse con la procuradora general, Ana Lorena Brenes, dejó en ruinas los puentes entre Zapote y la Asamblea Legislativa.
La salida de Soley se dio porque Brenes aseguró que él le ofreció cinco opciones de embajada, a cambio de dejar su puesto en la Procuraduría. Soley niega tal ofrecimiento.
En medio de esa polémica, legisladores de la oposición señalaron a Jiménez por no estar al tanto de las acciones de su exsubalterno e, incluso, varios de los ellos pidieron la renuncia del titular de Presidencia.
Además de la cita programada con Liberación, Jiménez se reunió este lunes por la mañana con los aliados del oficialismo: el Frente Amplio y la Unidad Social Cristiana, para alertarlos de reuniones con Solís durante la próxima semana.
Según Gerardo Vargas, del Frente Amplio, esperan un mayor liderazgo en la coordinación con Zapote, luego de la salida de Soley, principalmente porque en el actual periodo de sesiones legislativas, el Ejecutivo es el que establece cuáles proyectos de ley se discuten.
“Ha habido fricciones, pero nosotros creemos que el plenario ha estado atascado y ha sido ineficiente. Hay una agenda por definir”, comentó el jefe de la Unidad, Rafael Ortiz.
El líder del PLN, Juan Luis Jiménez, dijo que propondrá a Solís un “gran acuerdo nacional”, en el que entren las nueve fuerzas políticas del Congreso.
“Eventualmente, ese acuerdo incluiría compartir los seis puestos del Directorio legislativo, a partir del 1.º de mayo”, comentó el verdiblanco.