El Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Poder Judicial duplicaron su gasto en remuneraciones en cuestión de diez años, a un ritmo de crecimiento mucho mayor que el resto de las instituciones públicas cobijadas por el Presupuesto Nacional.
Al tiempo que la Constitución Política ordenó elevar de un 6% a un 8% del producto interno bruto (PIB) el monto que se destina a educación, el MEP aumentó en un 105% el presupuesto para su planilla.
En el 2008, dicho Ministerio destinaba ¢711.000 millones para el pago de sueldos, pluses salariales y cargas sociales. En el 2017, la suma ya alcanza los ¢1,46 billones.
En la Corte ocurrió lo mismo, pues el gasto en remuneraciones se elevó de ¢174.000 millones a ¢357.000 millones entre el 2008 y el 2017. También creció en un 105%.
En el resto de ministerios e instituciones que conforman el Presupuesto Nacional, el aumento fue de un 80% en el mismo periodo, pasando de ¢368.000 millones a ¢661.000 millones.
Sumados los dos, el MEP y el Poder Judicial absorben ¢7 de cada ¢10 que el Gobierno Central destina para remuneraciones. Para el 2017, ambas entidades consumieron ¢1,82 billones de los ¢2,48 billones presupuestados para este rubro.
Tales datos surgen de un análisis de los presupuestos ordinarios de la última década, con cifras expresadas en colones de hoy —restando la inflación—, que realizó La Nación .
El Ministerio de Educación y la Corte son dos de las instituciones que más subieron sus presupuestos en la última década, en la que el Gobierno Central aumentó sus gastos en un 83% aunque sus ingresos solo crecieron en un 42%.
Más plazas. Parte del incremento en el gasto en remuneraciones en el MEP y el Poder Judicial se explica por el crecimiento en el número de plazas, pero esta es en realidad la menor parte, pues los datos no coinciden con el nivel de crecimiento total.
Entre el 2008 y el 2016, la cifra de plazas ocupadas creció un 31% en el Ministerio de Educación, mientras que en la Corte Suprema de Justicia, un 25%. En ambas instituciones, en cambio, el rubro de remuneraciones creció en un 105%, o sea, 77 puntos porcentuales más.
En el MEP, las nuevas plazas han sido asumidas, principalmente, por docentes; en el Poder Judicial, en su mayoría, son resultado de nuevas funciones que, por ley, le han ido asignado, como la creación de los Tribunales de Flagrancia.
De acuerdo con un estudio de la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria del Ministerio de Hacienda, el MEP pasó de tener 64.300 plazas ocupadas en el 2008 a contar con 80.850 en el 2016. En el Poder Judicial, la cifra pasó de 9.520 a 11.870.
A la hora de calcular el gasto promedio en remuneraciones por funcionario, se nota un crecimiento real en el monto que se destina a cada persona.
En el 2008, el MEP destinaba en promedio ¢921.000 al mes por empleado, incluyendo salario, incentivos y cargas sociales. En el 2016, pagaba ¢1,5 millones.
Mientras tanto, en el Poder Judicial el gasto promedio por funcionario pasó de ¢1,5 millones a ¢2,5 millones.
Los incentivos inclinan la balanza en favor de los funcionarios de la Corte, pues a la hora de comparar los salarios base de ambas entidades en 2016, la diferencia es solo un 12% en favor de los funcionarios judiciales: ¢684.000 en el Poder Judicial frente a ¢609.000 en el MEP.
Si bien el gasto en remuneraciones en ambas dependencias se duplicó en la última década, la tendencia se desaceleró después del fuerte aumento otorgado en el 2015.
Para el caso de la cartera de Educación, se registró una leve reducción del 2% del 2016 al 2017 y, en la Corte, un aumento de 1,4%, el segundo aumento más bajo en la década, pues un año antes fue de 0,12%.
En la primera institución, la baja se reportó en la partida de sueldos, mientras que en la segunda se cortó el dinero para tiempo extraordinario, disponibilidad laboral, recargo de funciones, dietas, compensación de vacaciones y anualidades.
En el gobierno de Óscar Arias (2006-2010), se registró el mayor gasto en salarios de esas dos entidades. En el 2009, es rubro subió en un 21,2% en el MEP y en un 29,2% en la Corte.