Un reordenamiento en el uso y la tenencia de la tierra es la estrategia del candidato del Frente Amplio, José María Villalta, para reducir la desigualdad y la pobreza.
El objetivo, según expone su programa de gobierno, es promover la distribución equitativa de de la tierra y diversificar la producción agrícola.
“Reordenar el recurso tierra frente a su concentración en manos de grandes latifundios, con el fin de facilitar su acceso para las familias campesinas, con fundamento en estudios técnicos”, indica uno de los enunciados.
Para ello, agrega, se volverá a hacer uso de normas constitucionales y las leyes del Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y la Ley de Tierras y Colonización, “para adquirir tierras ociosas y distribuirlas a familias campesinas sin tierra”.
Según José María Villalta, lo que plantea no es nada distinto a lo que han hecho otros gobiernos en el pasado, pues se trata de usar mecanismos vigentes de la ley del Inder y del ITCO (antiguo Instituto de Tierras y Colonización) para comprar suelos para asignar a familias sin tierra y desarrollar proyectos productivos viables.
“Esa es una potestad que tiene el Inder y que han usado varios gobiernos de todos los partidos. Lo han usado gobiernos de la Unidad (PUSC) de Liberación (PLN)”, agregó el aspirante presidencial.
El mecanismo fundamental para adquirir las tierras sería la compra, aunque el candidato no descarta la expropiación, “como lo han hecho otros gobiernos”, para evitar conflictos mayores.
“Siempre tendría que ser bajo el marco de la Constitución, bajo el marco de la legalidad, donde tiene que darse una indemnización o un pago justo al propietario”, dijo el ahora diputado.
Recordó que en el caso reciente de un conflicto por tierras en Medio Queso de Los Chiles, Alajuela, el Gobierno estimó la expropiación para evitar un problema mayor.
Villalta aboga además por detener la expansión de los monocultivos y la creciente concentración de la tierra, así como por planificación para diversificar la producción.
Crítica. Para el exmagistrado constitucional y especialista en derecho agrario, Ricardo Zeledón, la intención de Villalta no se ajusta a la realidad del país.
Opina que el candidato propone una reforma agraria por medio de un instrumento que desde la caída del Muro de Berlín ya no se usa en ninguna parte del mundo: la expropiación.
Por una parte, explicó el jurista, el mecanismo causa una confrontación terrible con los propietarios y, por otra, en el país ya no existen latifundios –propiedades de más de 1.000 hectáreas– sino fincas. Él interpreta que la reforma pretendida sería mediante una intervención a sectores productivos como la caña de azúcar, el banano y la piña.
Para Zeledón, el problema está en que si esas fincas se parten, se vuelven totalmente improductivas y las indemnizaciones por pagar serían muy altas.
“Me parece que el análisis no tiene claridad histórica y las recetas son para el pasado”, añadió.
La propuesta frenteamplista también apunta a promover nuevos instrumentos de propiedad social y comunitaria. Todo esto, en beneficio de los trabajadores, mediante micro, pequeñas y medianas empresas, con énfasis en cooperativas autogestionarias, cogestionarias y comunales.