La explosión del conflicto en la fracción del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC) obligó al presidente Luis Guillermo Solís a actuar para buscar una salida.
Horas después de que cinco diputados abandonaran la reunión de la bancada el lunes, descontentos por la presencia de Víctor Morales Zapata, el mandatario conversó con varios legisladores, entre ellos la jefa de fracción, Emilia Molina, y el mismo congresista cuestionado.
Ayer, durante la conferencia posterior al Consejo de Gobierno, el presidente Solís declaró que trabaja para impulsar el diálogo.
“Haré todo lo posible para que los temas que la han separado (a la fracción) sean superados”, dijo.
Morales confirmó la conversación con el mandatario el lunes por la noche, horas antes de que la bancada se reuniera con el presidente del Partido, Rodrigo Alberto Carazo, cita que fue ayer temprano.
El conflicto estalló el lunes al mediodía, en la reunión de la bancada, cuando el diputado y fundador del PAC, Ottón Solís, comprobó la presencia de Morales.
Solís tomó sus cosas, reclamó porque se “ignoró” un acuerdo de la Asamblea Nacional del PAC que pidió a la fracción dejar por fuera a Morales, y salió de la oficina.
Le siguieron Epsy Campbell, Marvin Atencio, Marco Redondo y Nidia Jiménez, con los mismos argumentos.
A Morales le cobran no reportar al Partido una denuncia en su contra por el supuesto mal manejo de un préstamo cooperativo en 1994.
Salida. Consultados por La Nación, Atencio, Campbell y Redondo aseguraron que la solución a la división es que Morales Zapata, el diputado que le habla al oído al presidente Solís y al ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, se declare independiente.
Morales se niega a hacerlo y, mientras tanto, a la jefa legislativa del PAC, Emilia Molina, le toca navegar al mando de una fracción que rema parcialmente con ocho diputados en un sentido y cinco en otra dirección.
Molina explicó que ella no se esperaba ver a Morales sentado en la reunión de la fracción ni que se retiraran cinco legisladores de la cita de la bancada oficialista.
“Lo que ocurre es que falta crecer y madurar. Además, somos muy expresivos con lo que nos ocurre; tal vez en otras fracciones pase, pero lo manejan diferente”, dijo la legisladora.
El presidente Solís lamentó la separación del grupo y aseguró que le toca a la bancada afrontar el asunto, para no afectar el diálogo entre la Presidencia y el Congreso.
Trascendencia. “Es importante contar con el músculo legislativo, que tenga una buena habilidad de asociarse con otros partidos. Yo prefiero una bancada fuerte, pero no me voy a quedar viendo el ocaso”, afirmó Solís.
El jefe del Frente Amplio, Gerardo Vargas, cree que esta primera señal pública de ruptura va a afectar mucho al Poder Ejecutivo. “Ahora hay que sentarse a conversar con los grupos y convencerlos de los proyectos”, dijo.
El liberacionista Juan Luis Jiménez dijo que la división era patente desde antes y añadió que espera que sea temporal, para que no afecte la agenda de proyectos por discutir en el Congreso.