Limón . A menos de un día de presentar el Proyecto de Ley del Presupuesto Ordinario del 2016, el presidente Luis Guillermo Solís llevó la campaña a favor de la reforma fiscal a Limón.
Este lunes, en un desayuno con los líderes comunales y espirituales de la comunidad afrodescendiente, el mandatario les pidió su apoyo a la tax reform , o sea la reforma fiscal.
Lo dijo así, en inglés, en un discurso con el que buscó ganarse la simpatía de los limonenses, pues también les habló en lengua inglesa sobre la reforma que estableció en la Constitución Política que Costa Rica es multiétnica y pluricultural.
En su discurso, sazonado con el olor del rice and beans del desayuno y lubricado con el copioso sudor que Limón le generó, Solís aseguró que los ingresos generados por un eventual incremento impositivo ayudaría al desarrollo caribeño.
En las propuestas llevadas al Congreso, el Gobierno impulsa cambiar el impuesto de ventas a uno de valor agregado, que el primer año subiría un punto porcentual (del 13% al 14%) y el segundo año llegaría al 15%.
El de renta crea dos tramos más para los salarios más altos, uno de 20% y otro del 25%, además de que se gravaría el pago de la cesantía mayor a ocho años, con un 25% de impuesto.
“Requerimos del plan fiscal para equilibrar las finanzas públicas y completar el otro año los gastos que no se puedan cumplir este año. Si no, será imposible hacer inversiones en vivienda, infraestructura, seguridad”, dijo.
Presume recortes. En su campaña por los tributos, el mandatario afirmó que el plan de gastos que presenta hoy a los diputados significó un esfuerzo de austeridad del Ejecutivo.
Al igual que en su cadena televisiva del domingo en la noche, el gobernante presumió de ese esfuerzo, este lunes, en Limón.
“Por el momento, el 97,3% de los recortes son del Ejecutivo. A los otros poderes les tocará hacer lo propio, pero hay separación de poderes”, añadió. La gira a Limón incluyó visitas al ICE y al plantel de Recope.