“No hay nadie en el gabinete que esté amarrado con cadenas ni su nombre escrito en piedra”, dijo ayer el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, ante a consulta sobre si analiza quitar a Melvin Jiménez como ministro de la Presidencia.
Solís no contestó directamente a la pregunta, pero adelantó que antes del 1.° de mayo hará cambios en su gabinete y que ninguno de los jerarcas está exento de ser removido.
“En el marco del primer aniversario, estoy valorando las modificaciones que tiene que haber en el gabinete y esto no excluye a ningún ministro”, afirmó el mandatario.
Faltaba poco para las 8 a.m., Solís se paró en el umbral de la puerta del Teatro Municipal de Alajuela, antes a participar de los actos conmemorativos de la batalla de Rivas.
De frente tenía a la prensa y a su espalda a algunos de los titulares cuya continuidad está bajo examen, pero a pesar de que era numeroso el grupo de ministros, el principal ausente era el jerarca de la Presidencia, Melvin Jiménez.
“No hay nadie que se exima de la posibilidad de ser sustituido, relevado o removido del gabinete, esta es una posibilidad que estamos abordando”, expresó el gobernante.
Solís aseguró que a partir de este segundo año, con un equipo de gobierno “remozado”, podrá, ahora sí, arrancar con el cambio prometido en campaña.
“Vamos a tener un equipo estupendo de ministras y ministros que van a ayudarme a hacer esa tarea que el pueblo demanda, y vean aquí, alrededor de Alajuela, el optimismo que hay”, expresó.
¿Por qué? El por qué de la pregunta se responde con lo acontecido el viernes, cuando el hoy exviceministro de Telecomunicaciones Allan Ruiz afirmó que poco después de pedirle la renuncia, el ministro Melvin Jiménez le había ofrecido una embajada con tal de que siguiera en el Gobierno.
La salida de Ruiz se dio luego de otra polémica: el exviceministro promovió un plan de ley para ordenar el espectro radioeléctrico que planteaba sancionar a empresas de radio y televisión, que implicaría, incluso, su cierre.
Ruiz aceptó renunciar, pero antes denunció la propuesta de Jiménez, que trajo al presente la discusión sobre una queja similar hecha en enero por la procuradora Ana Lorena Brenes, quien señaló que el exviceministro Daniel Soley le había ofrecido un puesto como embajadora.
Esto desató una tormenta política que le costó el cargo al entonces viceministro Soley.
De ahí que ayer, antes que preguntar por el saludo y la cita con el presidente estadounidense, Barack Obama, en la Cumbre de las Américas, realizada en Panamá, el tema era la nueva polémica alrededor del ministro, Melvin Jiménez .
Jiménez negó ayer, mediante un boletín, el ofrecimiento de una embajada a Ruiz. Respecto a una eventual dimisión para evitar más desgaste al Gobierno, el jerarca reiteró que su renuncia está planteada al presidente para cuando “no le sirva” tenerlo en su equipo de ministros.
“Tengo mi maleta lista. Cuando él (Solís) considere que ya no le soy útil para cumplir con los objetivos para los que fue electo este gobierno, yo daré un paso al costado”, apuntó Jiménez.