El voto del libertario Otto Guevara y su bancada libertaria resultaron claves para evitar fuertes recortes al Presupuesto del 2015, pero el presidente Luis Guillermo Solís descartó ayer cualquier acuerdo con uno de los diputados más críticos del plan de gastos del Ejecutivo.
“No hubo acuerdos objetables ni nada que comprometa al Gobierno de mala manera”, contestó el mandatario ante la pregunta de periodistas sobre las negociaciones vinculadas al Presupuesto de la República, aprobado este lunes luego de una resolución controversial del presidente legislativo Henry Mora.
La decisión sobrevino después de tres meses de discusión en el Congreso en los que abundaron críticas al Gobierno por el incremento en un 19% de los gastos en relación con el 2014, a pesar de la crisis fiscal. Vinieron entonces propuestas de recortes, pero la semana pasada quedaron desechadas porque no obtuvieron el apoyo necesario entre los diputados.
En las votaciones resultó llamativa la presencia de Otto Guevara, cuyo voto negativo a los recortes se sumó al de la mayoría de legisladores oficialistas y a los del Frente Amplio y del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Guevara se justificó al decir que las iniciativas rechazadas tenían ilegalidades, aunque otro importante crítico del plan de gastos, Ottón Solís, afirmó que el libertario “se alió al Gobierno”.
Eso fue lo que el gobernante negó ayer, cinco días después de señalar que, previo a las votaciones, habló por teléfono con varios diputados, pero no con Guevara.
“No ha habido aquí negociaciones sobre cargos, puestos o de ese tipo”, contestó en una conferencia de prensa que giró sobre el proyecto presupuestario que aún es objetado por opositores, que aguardan opinión de la Sala IV.
El presidente Solís dijo que no puede dar por superada la discusión debido al criterio pendiente de los magistrados, pero tampoco puede quedarse paralizado en espera de un fallo definitivo. “Quiero pensar que el Presupuesto quedará aprobado sin problemas, pero tenemos una responsabilidad; no podemos quedarnos contemplando el universo”.
Como una señal política, el gobernante emitió ayer una directriz anunciada el lunes, que obliga a los ministros a hacer buen uso de los recursos a su disposición, so pena de despido.
Aunque la orden no establece indicadores para medir su cumplimiento, Solís exigió, a los jerarcas de instituciones, reacomodar planes operativos para emparejarlos con los presupuestos respectivos. También tendrán que presentar reportes trimestrales sobre la ejecución financiera.
“Es solo un recordatorio”, explicó el jefe de Estado sobre la medida, pues insistió en que ya había prometido eficiencia en la gestión de recursos públicos. “Lo que no quiero es seguir paralizados en los ‘no se puede’”, añadió.
Además, el Ministerio de Hacienda vigilará mensualmente los gastos en viáticos, horas extra, consultorías, gastos de representación y alimentos.