San Isidro de Heredia. El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, contradijo hoy con claridad a su diputado Víctor Morales Zapata al asegurar que Melvin Jiménez no tomará ninguna función dentro del Gobierno ahora que deja el puesto de Ministro de la Presidencia.
Solís anunció esta mañana la salida de Jiménez, como lo adelantó este miércoles su amigo Morales Zapata, pero de inmediato negó la posibilidad de que él asuma “otro rol”.
Unas 18 horas después de que Morales Zapata insinuara otro puesto para su amigo Jiménez, el mandatario dejó claro lo contrario. “(Jiménez) encontrará un espacio adecuado para el desarrollo de sus talentos en la vida privada. Su tiempo en el Gobierno de la República terminó en esta administración”, contestó al finalizar la inauguración de un nuevo colegio técnico en San Isidro de Heredia.
Aprovechó para insistir en que desautoriza a Morales como vocero suyo en materia de formación del gabinete. “Yo no autoricé las declaraciones de don Víctor. No conversé con él en ningún momento para que las emitiera y por tanto no reflejaban de ninguna manera la intención del Gobierno de la República de utilizar esa vía para comunicar una noticia de la cual yo soy el único responsable. En materia de destitución o designación de ministros, es el Presidente de la República el interlocutor único”.
La divergencia ocurre entre el mandatario y el diputado que forma parte de su primer círculo de confianza, en el cual Jiménez (su amigo y socio político por año) también ha formado parte, además del jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), Mariano Figueres.
El mandatario reconoció a este medio que la destitución de su ministro de la Presidencia, aunque es efectiva desde este mismo jueves, fue producto de una decisión que tomó "hace un par de días".
A esa decisión, entonces, se refería Morales Zapata cuando habló este miércoles en radio Columbia, como primicia, y después en el plenario legislativo.
Morales entonces había hecho pública una decisión ya tomada desde el martes, no se sabe si antes o después del mediodía, cuando Solís dijo en conferencia de prensa que no tenía aún ninguna resolución sobre Jiménez, criticado y cuestionado por sectores externos e internos del Gobierno.
Ahora está claro. Jiménez deja de ser ministro hoy mismo y solo se quedará para acompañar en su inicio al sustituto, cuyo nombre lo revelará este viernes por la mañana.
Solís alabó el trabajo de Jiménez como jefe de su campaña electoral y en los 344 días como ministro de la Presidencia, lo cual implica ser también coordinador del gabinete, vocero del gobierno e interlocutor ante la Asamblea Legislativa y otros sectores.
Así acaba el paso de Jiménez por el Gobierno, tras episodios de cuestionamientos por ser obispo luterano (conflicto constitucional resuelto a su favor por la Sala IV), por el manejo politico, sus yerros como comunicador y también por supuestos ofrecimientos de cargos de embajadas, lo que le provocó incluso contradicciones con el canciller Manuel González.