La salida que el presidente Luis Guillermo Solís propone para combatir el déficit fiscal es el aumento de la producción.
Así lo aseguró anoche, durante la presentación de su informe de los 100 días de gobierno, en el Teatro Popular Melico Salazar.
Según el mandatario, esta ruta para abatir el faltante, que hoy supera el 6% de la producción nacional, implica definir políticas y programas públicos y privados, que permitan a las empresas incrementar su capacidad de generar riqueza en el país, lo que implicaría un alza en la recaudación.
Luego de denunciar una serie de casos de corrupción detectados, Solís anunció un proceso de diálogo y concertación con las cámaras empresariales, con el objetivo de relanzar el Consejo de la Competitividad.
Ese es el “escenario donde habrá de gestarse y concretarse los acuerdos entre el sector público y el privado para aumentar la producción nacional”, expresó el gobernante sobre ese foro.
Reforma paulatina. A partir del incremento de la producción, el mandatario propuso una reforma tributaria gradual, compuesta por un conjunto de medidas para aumentar la recaudación de impuestos, de manera que esta equivalga a un 14% del producto interno bruto (PIB). En el 2012, fue de un 13, 2%.
Vendrá después la migración del impuesto de ventas a un tributo sobre el valor agregado (IVA) y la introducción de la renta global (para gravar todos los ingresos que percibe un contribuyente).
Luis Guillermo Solís insistió en la negativa a un “paquetazo” de impuestos que podría no solo trabar la Asamblea Legislativa, sino morir en la Sala Constitucional.
Así sucedió con la reforma fiscal que impulsó el gobierno de Laura Chinchilla en el 2011 que, aparte de lentificar el Congreso, recibió el golpe letal de los magistrados de la Sala IV, luego de encontrar errores de los diputados en el trámite.
Al mandatario le preocupa que mientras la recaudación tributaria llegó al 13,18% del PIB (2012), la evasión y la elusión tributaria fueron mayores, hasta el 13,37% del PIB.
Entre las medidas que Solís enumeró para enfrentar las “artimañas” de los contribuyentes, están el uso de un nuevo método de fiscalización y programas para cruzar bases de datos antes no disponibles. Él también pretende atacar la “incompetencia, permisividad o alcahuetería” del Gobierno en el cobro de los tributos.
Por ello, anunció que puso a discusión de los diputados el Proyecto de Ley para Mejorar la Lucha contra el Fraude Fiscal (expediente 19.245), así como una iniciativa anticontrabando, que aún no llega a la Asamblea Legislativa.
Además, según el presidente, se dará seguimiento a todas las compras de los ministerios, para relacionarlas con el pago del impuesto sobre la renta y subir los ingresos.
Ahorro. Otra propuesta de Solís es el congelamiento de 2.500 plazas del sector público para ahorrar ¢22.000 millones este año.
También reiteró que, de prosperar la directriz para poner tope a 900 pensiones millonarias con cargo al Presupuesto Nacional, se ahorraría ¢12.000 millones anuales.
Un tercer ahorro lo produciría el recorte de gastos en viajes, consultorías y eventos públicos, para darle al fisco el control de otros ¢20.000 millones.
Además del aumento de la producción y los cambios tributarios, el presidente anunció la inclusión de la variable del empleo en la política macroeconómica del Banco Central, el combate a la ineficiencia en la ejecución de préstamos para el desarrollo y la reactivación de la comisión de financiamiento de la inversión pública.