La exmandataria Laura Chinchilla afirmó que su antecesor, Óscar Arias, se le distanció luego de que ella hablara sobre la situación financiera en que recibió el país en el 2010.
“Él resintió que yo tuviese, en algún momento, que hablarle muy claro al país sobre la situación fiscal que quedó planteada después de que él dejó la Presidencia. Eso, junto con algunos elementos que simplemente definieron mi carácter independiente frente a su liderazgo, lo cual es normal, me parece que le afectó de una manera excesiva y se volvió sumamente grosero en las declaraciones que daba contra mi gobierno”, expresó Chinchilla.
Esas declaraciones las brindó, el lunes pasado, en una entrevista de 22 minutos que concedió a un programa de radio en Venezuela, llamado El diván de Gladys y que se transmite por la emisora Éxitos FM .
Durante la conversación, Chinchilla sostuvo que fue Arias quien decidió tomar distancia, y no ella.
“Simplemente, fue él quien más bien se alejó y yo seguí concentrándome en hacer gobierno”, añadió la expresidenta (2010- 2014).
El distanciamiento comenzó a despuntar a finales de agosto del 2010, casi cuatro meses después de que Chinchilla asumiera la Presidencia de la República.
En ese momento, ella dijo que la situación fiscal del país era preocupante y que, antes de asumir las riendas, no sabía que era tan grave. En una entrevista con La Nación , afirmó que su previsión era que el déficit rondara el 3% o el 4% del producto interno bruto (PIB), en vez del 5% con que cerró en el 2010.
Esas declaraciones incluso generaron molestia en Guillermo Zúñiga, entonces diputado del Partido Liberación Nacional (PLN), quien fue ministro de Hacienda durante el segundo mandato de Óscar Arias (2006-2010).
Zúñiga respondió, en aquel momento, que Chinchilla conocía el estado de las finanzas públicas y que decir lo contrario era tener “mala memoria”. Además, le restó importancia al déficit. Para él, la administración de Arias dejó suficiente colchón para que su sucesora saliera adelante.
Incluso, Zúñiga dejó su curul en el Congreso antes de cumplir un año en el cargo, por divergencias con la política fiscal del gobierno de Laura Chinchilla.
Luego, en su primer discurso ante el Congreso, en mayo del 2011, la hoy expresidenta dijo que Costa Rica tuvo el déficit fiscal más grande de América Latina en el 2010 , lo cual atribuyó a la recesión económica, la política fiscal expansiva y las pérdidas provocadas por embates naturales.
Sin embargo, durante esa rendición de cuentas evitó hacer alusiones directas a la herencia de su antecesor.
Si bien Arias experimentó un superávit del 1% del PIB durante el segundo año de su mandato, cerró con un déficit del 3,4% en diciembre del 2009. El desbalance se debió, en gran medida, a un incremento en los gastos.
Por ejemplo, en el 2009, los gastos del Gobierno Central subieron un 19% en relación con el 2008, según datos de Hacienda. El alza se produjo a pesar de que ese año, la inflación fue de un 4%.