A las 8:43 p. m., la presidenta de la República, Laura Chinchilla, se subió al podio negro de madera del plenario legislativo, para hacer su última rendición de cuentas ante los diputados.
En 78 minutos, Chinchilla justificó errores, vacíos y repartió culpas relacionadas con su gestión al frente del Poder Ejecutivo.
La presidenta inició su informe con aclaraciones sobre las circunstancias en las que le tocó tomar las riendas desde Zapote.
“A nuestro Gobierno le correspondió actuar en tiempos plagados de nubes, que pusieron constantemente a prueba nuestro espíritu”, afirmó la presidenta.
Antes que enumerar logros, la mandataria hizo énfasis en justificar las situaciones que, en su criterio, le pusieron cuesta arriba sus proyectos de gobierno.
Entre los puntos que afectaron su gestión, señaló “la crítica situación de la economía internacional, los desastres naturales producto del cambio climático y la actitud hostil del Gobierno de Nicaragua”.
Además, culpó a la crisis de los mercados financieros internacionales del 2007 y el 2008.
Prensa y jueces. Con este panorama de fondo, la presidenta enumeró tareas pendientes y logros, en un discurso de 36 páginas que retó a la concentración de los diputados e invitados especiales.
Las decisiones de los medios de comunicación, los enfoques periodísticos e incluso las decisiones de la Sala IV, fueron señalados por la mandataria como elementos que afectaron la imagen de su Administración.
“No dejó de llamarme la atención que, con frecuencia, algunos medios de comunicación recurrieran a la condena anticipada de nuestras iniciativas, a la retórica inflada en sus comentarios, a la falta de balance y ponderación para valorar los hechos”, apuntó.
Tampoco quedaron libres de señalamientos la Sala IV y la Asamblea Legislativa.
Sobre los diputados, la mandataria señaló que el Congreso fue el tope de su empeño por impulsar una reforma institucional para mejorar su gestión.
A los magistrados, la presidenta les endilgó la caída del plan fiscal, al apuntar que la Sala IV fue “el límite” de sus esfuerzos.
El plan fiscal, que impulsó sin éxito durante 18 de los 48 meses de su gestión, fue uno de los puntos que resaltó por los esfuerzos que dedicó al proyecto, que fracasó luego de que en abril del 2010 la Sala IV señalara errores en su trámite.
“Pese a la intensa negociación que caracterizó el proceso, pese al costo político que asumimos y pese a la valentía y consistencia de nuestros aliados políticos, el freno constitucional impidió su concreción”, reseñó la gobernante.
No obstante, amplió su señalamiento a los ciudadanos y a la reticencia para apoyar los proyectos que pretenden mejorar la sostenibilidad financiera del Estado, es decir, los impuestos.
“Hay quienes se niegan a pagar tributos en la justa medida de sus posibilidades y hay quienes se aferran a costosos privilegios con recargo al presupuesto del Estado”, apuntó Chinchilla.
La presidenta culpó a los diputados de su fallido intento de reforma institucional, que incluyó la instalación de un cuerpo de expertos conocido como “junta de notables”, en junio del 2012.
El plan del Gobierno era promover reformas que permitieran una mayor gobernabilidad.
La presidenta reclamó a los diputados el que las propuestas de los notables, vertidas en proyectos de ley, no tuviesen apoyo legislativo.
También tocó el tema de género como uno de los puntos que se le criticaron, y defendió las aspiraciones de las mujeres en la toma de posiciones de poder.
“Quienes condenan al liderazgo femenino por los errores que yo pude haber cometido, subestiman la determinación y fuerza de las mujeres”, dijo.
Los logros. En cuanto a la cosecha de su gestión, Chinchilla afirmó que deja su mandato con la satisfacción de haber cumplido con su principal promesa de campaña, que fue la seguridad ciudadana.
“Entre el año 2010 y 2013, delitos como el robo de vehículos, el asalto a viviendas o a establecimientos comerciales han experimentado una importante caída”, dijo.
A su vez, resaltó los avances en la contención de la crisis de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al tiempo que culpó al gobierno de Óscar Arias (2006-2010) del exceso de gastos en la entidad.
También enumeró los alcances de su política social, en temas como vivienda, educación y empleo.
La proyección del país a nivel internacional a partir de tratados comerciales y los esfuerzos por llevar al país a foros como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Alianza Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés).
Lo anterior a pesar de que el último estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos ( INEC), señaló que entre el 2010 y el 2013 el desempleo tendió a aumentar en todas las regiones del país.
Por otra parte, la presidenta Chinchilla defendió el proyecto de la trocha en la frontera con Nicaragua como otro de sus logros, y recriminó a quienes apuntan que es una ruta intransitable.