La directora de Migración, Kathya Rodríguez, defendió la idea de que se otorguen visas de turismo para los inmigrantes nicaragüenses, quienes entran al país en busca de trabajo.
En entrevista con La Nación , la funcionaria explicó que la entrega de visas de turismo a los inmigrantes es una alternativa para regularizar la situación de las miles de personas, quienes todos los días buscan ingresar por los puestos fronterizos.
Rodríguez justificó, además, la forma en que se han obviado requisitos para dar la visa de turista a los nicaragüenses.
“Es una estrategia flexibilizar requisitos y condiciones para poder obtener la mayor cantidad de personas, al menos que tengan el paso de frontera regular”, expresó la directora de Migración.
Para este año, el embajador de Costa Rica, Javier Sancho, dijo que se prevé que los dos consulados ticos en Nicaragua emitirán cerca de 200.000 visas, la mayoría de turismo, pues no existe una visa propiamente de trabajo.
Tanto en los consulados de Managua como de Chinandega se percibe un aumento en la solicitud de visas, con el propósito de entrar al país de forma legal.
Para facilitar este proceso, en las ventanillas de Migración no se exigen requisitos como hoja de delincuencia ni solvencia económica o destino, como sí sucede en otros consulados de acuerdo con la ley de migración.
Según Sancho, el aumento empezó a verse en el 2008 y se consolida con cada nueva solicitud que se recibe, donde según los registros, se procesan a diario entre 600 y 800 solicitudes de visa, en época baja.
“Mucha de esta gente ahora está ingresando porque está regularizada, esta gente no es gente nueva”, afirmó Rodríguez.
Las cifras, de acuerdo con el canciller, Manuel González, indican de que solo durante el primer semestre de este año, se concedieron 112.000 visas.
Sin embargo, la viceministra de Gobernación, Carmen Muñoz, dijo que el aumento no es sostenido, pues se ha registrado una estabilización desde el 2010.
Sin embargo, en los consulados registran, en promedio, 2.800 solicitudes nuevas de visa cada semana, lo que a criterio de Sancho es preocupante.
En este sentido, el embajador insistió en diversas notas sobre la urgencia de aplicar medidas de revisión, al menos, de los antecedentes de los solicitantes.
Aún así, Rodríguez sostiene que la flexibilidad de los permisos es una respuesta estratégica a las necesidades de regularización de esta población, pues según dijo: “De una u otra forma, van a entrar”.
Advierte de que es mejor registrar a los inmigrantes que vienen a trabajar, y permitirles un ordenamiento de su estado ante el Gobierno. “Los datos no mienten. Hablamos de 450.000 solamente regularizados, la otra (de personas que ingresan ilegalmente) es una cifra incierta”, explicó.