La escalada de violencia entre pobladores y supuestos invasores del territorio indígena Salitre, Buenos Aires de Puntarenas, motivó al Gobierno a triplicar la cantidad de policías en esa zona.
Unos 60 oficiales están destinados a resguardar, o intentar hacerlo, el territorio indígena que en días recientes ha sido escenario de balazos, pedradas, machetazos y quema de viviendas.
Han sido al menos nueve los incidentes violentos registrados por lado autoridades, informó el ministro de Comunicación, Mauricio Herrera.
'Hay preocupación', reconoció el vocero del Gobierno en rueda de prensa, sobre un tema de lucha territorial desatado desde inicios de esta administración, sin que hasta ahora haya a la vista solución a complejidades que mezclan uso de tierra, etnias y hábitos históricos.
El Gobierno urge a las instancias judiciales a tramitar las denuncias interpuestas por la Policía, con el afán de evitar que la impunidad agrave la situación, señaló Herrera, quien anunció también la creación de una comisión que procurará el retorno de la calma y la solución de problemas como el de los desalojos, a cargo de la ministra de Jusitica, Cecila Sánchez.
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Desde meses atrás, representantes gubernamentales han tratado de mediar en el conflicto, motivado por el reclamo que indígenas hacen de tierras protegidas por la Ley Indígena de 1977 y que finqueros reclaman como suyas desde antes de aquel año.